Platonic dialogues are self-concealing, presenting ideas by indirection or in riddling form, often exploring a difficulty or aporia without arriving at a solution. Since philosophers have begun to see Plato's work as imbued with irony, double meaning, and ambiguity, literary techniques that accommodate such layered meanings become a necessary adjunct to interpretation. The dialogue Politicus explores through an aporetic process a central Platonic concern, the relation between ideal and real. Close analysis of the important section dealing with law and constitutions (...) reveals some of the complexity. By his wayward conduct of the argument, the Eleatic stranger repeatedly forces reevaluation of earlier arguments or conclusions. At the close of the cosmic myth , the Stranger warned against confusing the divine monarch, a true shepherd, with his mortal counterpart, the best ruler, whose discovery is the aim of the dialogue. The distinction that was made then is simple in context, but complex in view of the conclusion at 303b8-c5 that the participants in all governments except the ideal monarchy are supreme wizards and fakers. The truly real statesman thus recedes into a distance remote from the world of practical politics, while the familiar regimes are marked as irretrievably flawed and inauthentic. The ability of the fake statesmen to deceive by impersonating the true king also means that it may be impossible to make the crucial distinction between king and tyrant, since either may disregard the laws. The strange fable of legalism run wild confirms the ludicrous and destructive results of rigid obedience to law, but concludes that rigidity is necessary to the false regimes. The corollary is that seekers after truth, like Socrates or even the Stranger himself, must always be rejected by law-based societies. (shrink)

Llegados al final del periplo para definir al rey y al político, el Forastero y el joven Sócrates se encuentran en un callejón sin salida; no han podido determinar el perfil de cada uno de ellos. La narración del mito será la enmienda del método utilizado hasta ahora, i.e. la diéresis o división, que los ha llevado a una situación aporética. El Forastero muestra que se han cometido dos errores a lo largo del recorrido: el primero ha sido confundir lo (...) humano con lo divino; el segundo, de más envergadura, no establecer claramente la manera cómo el rey y el político podían ser el gobernante de la ciudad entera. Éste es uno de los pasajes más relevantes del Político de Platón, pues en él se realiza una reflexión sobre la naturaleza del error cometido. (shrink)

El presente artículo defiende que, en el _Político_, Platón investiga sistemáticamente la índole metafórica del _logos_: quienes hablamos y nos entendemos hablando no podemos dejar de hacer comparaciones, poner ejemplos o servirnos de modelos o paradigmas, cada vez que estamos entendiendo algo, tanto si nos damos cuenta de ello como si no. En particular, el llamado “método de las divisiones” necesita de los ejemplos para que le sirvan de guía en el descubrimiento de las diferencias y las semejanzas. De hecho, (...) este carácter metafórico del _logos _se descubre en el intento de dar caza al político, que estructura el diálogo de comienzo a fin. La principal dificultad a la que es preciso hacer frente en dicha búsqueda se debe a que, ya desde el inicio, la caza del político se está dejando guiar subrepticiamente por un ejemplo que desorienta a sus perseguidores: el paradigma del pastor. Por ello hace falta dar tantas vueltas y recomenzar de nuevo varias veces la persecución, pues el ejemplo que oriente la búsqueda ha de hacerse explícito y ha de ser además un buen ejemplo, un ejemplo que permita entender. Pero, así reconducida, como la búsqueda de un buen paradigma para entender qué es la política, la caza del político plantea algunos problemas, relacionados con el vínculo entre _logos _y semejanza. Este artículo se centra en uno de ellos: la dificultad de explicar qué es un ejemplo y la consiguiente necesidad de proponer algo tan paradójico como un ejemplo de ejemplo. (shrink)

Near the end of his speech, Timaeus outlines a theory of bodily health and disease which has seemed to many commentators loosely unified or even inconsistent . But this section is better unified than it has appeared, and gives us at least one important insight into the workings of physical causality in the Timaeus. I argue first that the apparent disorder in Timaeus’s theory of disease is likely a deliberate effect planned by the author. Second, the taxonomy of disease in (...) the passage consists of one genus subsuming two species. Third, in Timaeus’s theory, health lies between perfect stability and a chaos of all possible motions; this indicates a conception of health as the activation of the body's powers in the right way. A power is a property directed towards bringing about some change. Fourth, the activation of these powers can change depending on the location of their possessors. This last point shows that causation among the physical items in the Timaeus involves structures as well as pushes. (shrink)