Abstract
Los fenómenos del nivel intermedio de la realidad presentan unas características particulares de autoorganización sistémica, de interrelación polinivelada, de recursividad, de emergencia de nuevos «objetos» con propiedades distintas a las de los elementos que los forman, y de dinamicidad evolutiva, que necesitan probablemente la formulación de nuevas concepciones teóricas y de principios paradigmáticos distintos. A esa «complejidad» de la realidad es a lo que intenta dar respuesta adecuada lo que se ha venido llamando perspectivas o ciencias de la complejidad o también pensamiento complejo. Esta aproximación adopta una manera multidimensional, integrada y dinámica de ver la realidad: el mundo está constituido por la sobreposición emergente de distintos elementos que van produciendo entrelazadamente nuevas propiedades o nuevas organizaciones a medida que se va complexificando en niveles más altos. Si tratamos lo que llamamos lenguas como si fueran objetos simples y descontextualizados, podemos avanzar en la comprensión de algunos de sus aspectos más mecánicos pero podemos ignorar totalmente sus condiciones de existencia, funcionalidad, mantenimiento, variación, cambio o desaparición.