Abstract
Me propongo aquí una reflexión sobre la crisis del humanismo que afecta profundamente a la sociedad y la cultura contemporáneas en todas sus dimensiones. De un modo falsamente optimista, se ha opuesto a esta crisis la figura de un post humanismo triunfante, resultado de los desarrollos de la tecnología contemporánea y sus posibilidades de intervención en el cuerpo y el alma del hombre. Haré aquí una evaluación crítica de ese optimismo, sin por ello reivindicar el viejo humanismo y su razón colonizadora. Trataré de plantear a través de Heidegger y Agamben la condición post humanista y post histórica –en el sentido moderno– en la que nos encontramos. Pero luego intentaré pensar junto a Nietzsche y Bataille una figura del hombre que no es nueva, sino una figura más antigua y creo más profunda, que quedó sepultada bajo la irrupción tectónica del humanismo y su empresa civilizatoria.