Abstract
El presente artículo analiza la técnica del fracking como una solución a la problemática que en materia hidrocarburos se había dado en las últimas dos décadas, y los impactos negativos que conlleva para la salud y el ambiente. Se plantea como solución la aplicación del principio de precaución que le permite al Estado actuar ante una situación de riesgo e incertidumbre. La metodología escogida fue de corte analítico-deductivo a partir de la normatividad vigente y de los postulados teóricos de algunos autores que son referentes en la materia. Como resultados se presentan algunas reflexiones que invitan a considerar la aplicación de este principio, hasta tanto no se tengan estudios suficientes que garanticen que esta práctica preservará el ambiente y no afectará la salud humana.