Abstract
En el particular contexto filosófico de la Alemania de entreguerras, el joven H. Marcuse llevó a cabo una original recepción en clave marxista de la fenomenología existencial y de la Lebensphilosophie (I). En sus primeros artículos, «Contribuciones a una fenomenología del materialismo histórico» (1928) y «Sobre filosofía concreta» (1929), esa recepción se orientó al proyecto de elaboración de una fenomenología dialéctica y, vinculado con ello, al intento de fundamentar la acción radical en el concepto ontológico de historicidad (Geschichtlichkeit) sin descuidar su componente material (II, III, IV). Asimismo, en la situación de caída (Verfallen) del Dasein, Marcuse va a otorgar una misión primordial a la filosofía concreta (V).