Abstract
El concepto de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) surge en 1990 como una crítica a la consideración de la economía como el fin último de los esfuerzos del desarrollo. En la visión del PNUD, la economía es considerada un fin relativo, es decir, un fin y un medio para el desarrollo humano. Al considerar, por su parte, el fin del desarrollo humano, este es identificado con el ensanchamiento de las opciones y libertades de que gozan los individuos. En este sentido, este concepto de desarrollo humano hace alusión a una práctica política más que a un entendimiento ético-ontológico del ser humano, evitando referirse a desarrollo humano entendido como un desarrollo del ser humano. Este artículo explora los antecedentes del concepto del desarrollo humano del PNUD y los fines que consideran estos enfoques previos. Se observa que la consideración subjetivista del PNUD proviene de la teoría de Amartya Sen, quien queda sujeto a la crítica objetivista de Martha Nussbaum al no considera un fin objetivo para los asuntos humanos, crítica que puede de igual manera aplicarse al concepto de desarrollo humano del PNUD.