Abstract
La supuesta dicotomía que aún hoy separa al Arte de la artesanía puede y debe ser debatida. Esa antinomia comienza a deshacerse cuando comprendemos que ella ha sido uno de los mecanismos básicos que ha tenido la dominación cultural como parte y complemento del coloniaje sobre otros pueblos y que incluye, dentro de su lógica, el desprecio por la creatividad plástica de los oprimidos. Otra es la visión cuando asumimos al arte (así en minúsculas) como parte del enorme repertorio de conductas evolucionadas que se confirman en cada individuo perteneciente a la especie humana. Como parte del enfrentamiento a aquella falsa dicotomía, aquí se realiza una aproximación al análisis de los valores estéticos y extraestéticos de la artesanía mexicana, a través del caso de estudio de los Árboles de la Vida de Izúcar de Matamoros, Puebla.