Abstract
Mostraremos que el desacuerdo entre pesimistas y optimistas sobre la resolución racional de los desacuerdos profundos no se ubica en el nivel del contenido, de lo que están diciendo, sino en uno diferente. Para mostrar por qué es así, proponemos detenernos en el funcionamiento lógico-semántico del término clave en este desacuerdo: “racional”. Iniciaremos con el repaso de algunos argumentos que pesimistas y optimistas han esgrimido en su discusión, y comprobaremos la diferencia de estándares ya mencionada (sección 1); luego, nos detendremos en las particularidades lógico-semánticas de “racional”, y explicitaremos lo que hacen los hablantes cuando realizan movidas lingüísticas con él (sección 2); y para finalizar, volveremos sobre el desacuerdo entre pesimistas y optimistas, y mostraremos por qué, a pesar de la diferencia, permanece como un desacuerdo genuino y es importante seguir inmiscuidos en esta discusión. El análisis lógico-semántico nos mostrará que “racional” no es usado para describir un estándar de racionalidad independiente de cualquier contexto, sino para expresar ciertas actitudes respecto de lo que decimos o hacemos. A pesar de la diferencia de estándares, pesimistas y optimistas siguen inmiscuidos en un desacuerdo genuino porque discrepan acerca de ciertas actitudes que hay que adoptar con respecto a, en este caso específico, los DP.