Abstract
Una de las manifestaciones más ejemplificadoras del aumento de las velocidades y del cambio social, característico de las sociedades aceleradas, se da en la creación de tendencias laborales basadas en la hibridación entre trabajo y tiempo libre. Proyectadas sobre una idea positiva de la flexibilidad y del autocontrol, mantienen una estrecha relación con niveles altos de autointensificación. Este artículo reconstruye los rasgos básicos de prácticas formalizadas como el bleisure o el workation para caracterizar un fenómeno de la aceleración más específico dentro de esta tendencia, al que denomino “turistificación del trabajo”. Este concepto resalta la atribución específica de rasgos atractivos de la práctica turística al trabajo con fines productivos. Frente a los discursos positivos sobre la movilidad y el turismo asociados a este fenómeno, se sugieren las bases de un modelo de crítica para reconocer sus implicaciones alienantes negativas en relación con la vida buena.