Abstract
Las consecuencias de la pandemia pueden considerarse como desgracias o injusticias. En este escrito mostraré que la situación general en Chile se configura como una injusticia. Para justificar el punto anterior describiré a grandes rasgos las caracterı́sticas fundamentales del igualitarismo de la suerte. Luego, al exponer los datos disponibles en Chile, mostraré por qué en Chile las consecuencias del coronavirus se configuran como injusticias. En particular, mostraré que si los seres humanos son libres e iguales en derechos, entonces es necesario que esa igualdad se exprese en su igual capacidad de enfrentar la suerte bruta. Ası́, los seres humanos son por una parte, libres, y por ende responsables, y por otro, iguales, y por ende, libres de la suerte bruta. Por lo tanto, el rol del estado, en tanto conjunto de instituciones que distribuyen justicia, es minimizar la suerte (bruta). La relación entre los efectos de la pandemia y condición socioeconómica debe leerse como el abandono de los ciudadanos a su suerte bruta. Dejar a los ciudadanos a su suerte no es simplemente una desgracia, es una injusticia.