Abstract
El artículo examina un episodio curioso, ocurrido en las relaciones de Galileo Galilei y de su amigo Giovanfrancesco Sagredo -el destacado personaje del Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo- con el filósofo aristotélico Cesare Cremonini. Estando todavía de profesor en Padua, Galilei entrega al colega y amigo Cremonini, en forma de préstamo, la cuantiosa suma de cuatrocientos ducados. Al trasladarse de Padua a Florencia, el científico confía a Sagredo la tarea de recuperar el dinero prestado. Las cartas numerosas que Sagredo dirigiera a Galilei a tal propósito, nos informan que la cancelación total del préstamo tardó nueve años (1619), gracias a las reiteradas intromisiones del patricio veneciano. Es opinión común de los historiadores, que la tardanza fue causada simplemente por la morosidad y la mala conducta seguida por Cremonini. El autor, en cambio, sugiere una interpretación diferente de los hechos; al tomar en cuenta, de un lado, la presencia de factores financieros que hicieron subir el costo de la deuda; del otro, la forma agresiva con que Sagredo llevó adelante el cuidado de los intereses de Galilei, hasta el extremo de levantar en Cremonini la sospecha de ser objeto de maniobras usureras.