Abstract
La teoría del mandato divino sostiene que Dios decide lo que es moralmente correcto e incorrecto. Aquí sostenemos que esta teoría presenta los siguientes problemas: 1) los mandatos divinos son arbitrarios, 2) la voluntad de Dios no es lo único relevante en los debates sobre lo moralmente correcto, 3) esta concepción de la moralidad es misteriosa, y 4) la teoría del mandato divino no resuelve, a fin de cuentas, el problema de la objetividad moral. Estos problemas muestran que lo moralmente correcto e incorrecto no necesariamente dependen de una perspectiva religiosa. La racionalidad se puede involucrar en los asuntos morales, sin necesidad de recurrir a la religión. En síntesis, la moral y la religión son independientes