Abstract
Sostenemos la tesis de que el concepto de hegemonía que desarrolló Gramsci es deficiente en dos puntos claves: en dar cuenta de los modos de integración característicos de las sociedades complejas, y en su proyección respecto a la construcción de la sociedad futura. Los dos aspectos están relacionados en cuanto que uno y otro remiten a la concepción de una totalidad ética, vertebrada por una concepción del mundo. El concepto de hegemonía, según esto, debiera superar su honda dimensión eticista. Para la exposición de esta tesis hacemos una confrontación de la posición gramsciana con las observaciones de la gran sociología clásica (Durkheim, Weber) y particularmente con los enfoques de Habermas y Rawls.