Los vocablos auctoritas y potestas, provienen del Derecho Romano y constituyeron la piedra angular sobre la que se asentaba el funcionamiento de la civitas. La transmisión y proyección hacia el porvenir de este aspecto de la tradición romana dará lugar a la conformación de una serie de hábitos de diversa índole denominados inores maiorum. Tradición en la que la potestas se define como una fuerza que emana de la legitimidad otorgada por la sociedad civil y la auctoritas como (...) la distinción de determinadas personas basada en una serie de características morales e intelectuales que las destacan del resto. Este constructo arquetípico parece desmoronarse con la llegada de la época moderna, debido a que la misma parece romper con la tradición y los prejuicios. (shrink)

La época moderna como es sabido modificó el sentido de la autoridad, porque venía a impugnar la auctoritas y la potestas de la todopoderosa Iglesia de Roma y, con ello, se quería sustituir la autoridad del papa por la de la conciencia de cada uno, es decir, la razón individual o subjetiva se constituye en la nueva autoridad. Fue Hegel quien, en su filosofía política, da un lugar central a la noción de Estado, constituyendo la culminación del pensamiento moderno (...) y fuente de gran parte de la crítica de la modernidad y del pensamiento contemporáneo en general, en sus vertientes ideológicas de izquierda, centro y derecha. (shrink)

Este ensayo tiene tres pilares sobre los que se asienta. En primer lugar tendremos que especificar y aclarar los conceptos de auctoritas y potestas (Capítulo II)-que se irán desarrollando a lo largo de la misma-en relación con el vocablo poder, ya que estos conceptos tienen una similitud tanto en su etimología como en la forma que posteriormente se han utilizado en el pensamiento político, de forma tal que ha originado equívocos y cambios a la hora de conformar una comunidad (...) legitimante constituida. Para ello se acudirá a pensadores clásicos y contemporáneos que se han preocupado por la exégesis del binomio auctoritas-potestas, en relación a la legitimación del poder. Ello nos permitirá abordar el segundo pilar (Capítulos III, IV), en referencia a la génesis de la época moderna, como cambio de paradigma que dará a los vocablos referenciados una nueva forma de ejercer el poder a la hora de configurar dicha época. Ello se debe al paulatino alejamiento de los sistemas filosóficos de nuestras sociedades occidentales de la religión, la ética y de la metafísica. Por tanto nos acercaremos al surgimiento del cuestionamiento de la época moderna, a partir del nacimiento de la Ilustración como movimiento que cuestiona todo prejuicio que proviene de la religión y de su carácter de autoridad, para desembocar en el surgimiento del Pacto Social, como idea de razón kantiana que alberga el orden político y social de la época moderna. Por último, como tercer pilar, que es trasversal a todos ellos y en continua relación con los dos anteriores estudiaremos las reflexiones de dos pensadores del siglo XX, como son Boaventura de Sousa y Richard Rorty-ya que la maduración y trayectorias intelectuales de sus obras así nos lo aconsejan-, pueden representar dos visiones diferentes de afrontar los retos que se nos presentan en nuestros tiempos, en cuanto a los principios, los valores y la estructura que debería tener una sociedad del siglo XXI, en la que se pueda articular la convivencia de la forma más justa en relación con la auctoritas y la potestas. La elección de los mismos para confrontar sus aportaciones, tanto en el campo epistemológico, ontológico e ideológico, así como en el modelo de sociedad que ellos defienden, se fundamenta en que ambos representan puentes de diálogo posibles tanto entre la filosofía analítica (positivismo) y continental-Richard Rorty-como entre la filosofía europea continental (La teoría crítica de la Escuela de Frankfurt) y la filosofía latinoamericana anticolonial de autores del siglo XX -Boaventura de Sousa-. Esto último nos permitirá adentrarnos en la discusión entre modernidad y postmodernidad (Capítulos V y VI), por considerar que es una discusión actual en el panorama del pensamiento filosófico, y en la cual se ven inmersos estos dos pensadores, en particular en el uso que hacen del vocablo antiautoritarismo (Richard Rorty) y nuevo fascismo social (Boaventura de Sousa). Por último en su Capítulo VII llegaremos a las conclusiones a la que nos ha llevado a nuestra investigación. Al plantear una cuestión como la auctoritas y la postestas en relación con el poder legítimamente constituido dentro del campo de la filosofía política, estamos demostrando un compromiso con la concepción que se tiene de la filosofía, pues en este sentido se entiende como un ejercicio formativo para la construcción del ser humano y no como una disciplina meramente teórica. Por tanto realizaremos una investigación basada en el procedimiento reflexivo, sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una estamos aportando un compromiso con la concepción que se tiene de la filosofía, pues en este sentido se entiende como un ejercicio formativo para la construcción del ser humano y no como una disciplina meramente teórica. Por tanto realizaremos una investigación basada en el procedimiento reflexivo, sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una estamos aportando un compromiso con la concepción que se tiene de la filosofía, pues en este sentido se entiende como un ejercicio formativo para la construcción del ser humano y no como una disciplina meramente teórica. Por tanto realizaremos una investigación basada en el procedimiento reflexivo, sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una. (shrink)

This book offers a detailed study of the political philosophies of Thomas Hobbes and Benedict de Spinoza, focussing on their concept of power as potentia, concrete power, rather than power as potestas, authorised power. The focus on power as potentia generates a new conception of popular power. Radical democrats–whether drawing on Hobbes's 'sleeping sovereign' or on Spinoza's 'multitude'–understand popular power as something that transcends ordinary institutional politics, as for instance popular plebsites or mass movements. However, the book argues that (...) these understandings reflect a residual scholasticism which Hobbes and Spinoza ultimately repudiate. Instead, on the book's revisionist conception, a political phenomenon should be said to express popular power when it is both popular (it eliminates oligarchy and encompasses the whole polity), and also powerful (it robustly determines political and social outcomes). Two possible institutional forms that this popular power might take are distinguished: Hobbesian repressive egalitarianism, or Spinozist civic strengthening. But despite divergent institutional proposals, the book argues that both Hobbes and Spinoza share the conviction that there is nothing spontaneously egalitarian or good about human collective existence. From this point of view, the book accuses radical democrats of pernicious romanticism; the slow, meticulous work of organizational design and maintenance is the true centre of popular power. Three minute video summary available via HPBin3. Extended discussion on The Political Theory Review podcast. First chapter open access available via Oxford Scholarship Online. Videos of book talks at National University of Singapore (Centre for Legal Theory) and Universidad de Buenos Aires (Instituto de Investigaciones Gino Germani) available via YouTube. (See links below.). (shrink)

Spanish translation of Field, S. L. (2014). 'Hobbes and the question of power'. Journal of the History of Philosophy, 52(1), 61-86. Thomas Hobbes has been hailed as the philosopher of power par excellence; however, I demonstrate that Hobbes’s conceptualization of political power is not stable across his texts. Once the distinction is made between the authorized and the effective power of the sovereign, it is no longer sufficient simply to defend a doctrine of the authorized power of the sovereign; such (...) a doctrine must be robustly complemented by an account of how the effective power commensurate to this authority might be achieved. Nor is this straightforward: for effective political power can fluctuate, sometimes severely. In this light, the prevalent juridical reading of Hobbes’s political philosophy is inadequate. (shrink)

This article reviews an epochal change in international thinking about physical punishment of children from being a reasonable method of chastisement to one that is harmful to children and troubling to families. In addition, the article suggests shifts in thinking about physical punishment were originally pioneered as part and parcel of the dismantling of national laws granting fathers’ specific rights to admonish children under conventions of patria potestas. A comparative historical framework of analysis involving two case studies of Ireland (...) and Ghana illustrates non-unilinear pathways of international convergence towards the prohibition of physical punishment. The comparative historical analysis highlights the 1930s and 1940s as an era when Ireland began to reject patria potestas and religious or judicial rulings which allowed for children to be given ‘a good beating’ in family and school settings. However, from the same period, Ghana is seen to experience Christian remonstrations not to ‘spare the rod’ leading to the ‘conventional’ tradition of ‘this is how we do it here’. Two case studies serve to illustrate that banning physical punishment was less controversial in Ireland where allied traditions of patria potestas and disciplinarian Christian beliefs had lost their moral hegemony than in Ghana where such beliefs still held influence. The article concludes overall that normative campaigns against physical punishment of children emanate from a coherent paradigm of family policy where childcare, education, and well-being of children are embedded as everyday societal responsibilities rather than privatised or patriarchal familial obligations. The coherent model offers an alternative moral hegemony to neo-liberal and Janus-faced conceptualisations of good or ‘intact’ families versus ‘broken’ or ‘troubled’ families. (shrink)

Spinoza's use of the phrase “sui iuris” in the Tractatus Politicus gives rise to the following paradox. On the one hand, one is said to be sui iuris to the extent that one is rational; and to the extent that one is rational, one will steadfastly obey the laws of the state. However, Spinoza also states that to the extent that one adheres to the laws of the state, one is not sui iuris, but rather stands under the power [sub (...) potestate] of the state (TP 3/5). It seems, then, that to the extent that one is sui iuris, one will not, in fact, be sui iuris. In this paper, I offer an interpretation of Spinoza's notion of being sui iuris that enables us to overcome this paradox and sheds light on Spinoza's relationship to the republican tradition. I work towards this goal by distinguishing between two ways in which Spinoza uses the locution, which correspond to two different conceptions of power: potentia and potestas. This distinction not only allows us to save Spinoza from internal inconsistency, it also enables us to see one important way in which Spinoza stands outside of the republican tradition, since he conceives of liberty not as constituted by independence, or citizenship in a res publica, but as being sui iuris in the first sense described above: being powerful. (shrink)

The concept of power is not restricted to the usual idea of domination, as mainly implemented in the governmental structures of society. Rather, power also occurs at other places of a com-munity, adopting highly divergent forms. This plurality often impedes its reliable identification and precise labeling. However, the classical concepts of power, potestas and auctoritas, can be widened to more comprehensive perspectives that eventually promise to embrace modern societal places of power such as the market or the media in (...) their respective peculiarities. (shrink)

In this paper, I inspect the grounds for the mature Spinozist argument for substance monism. The argument is succinctly stated at Ethics Part 1, Proposition 14. The argument appeals to two explicit premises: (1) that there must be a substance with all attributes; (2) that substances cannot share their attributes. In conjunction with a third implicit premise, that a substance cannot not have any attribute whatsoever, Spinoza infers that there can be no more than one substance. I begin the inspection (...) with the analysis of the first premise, which is provided in the form of the four proofs of God’s existence in Ethics Part 1, Proposition 11. While demonstrating how Spinoza adopts a progressive approach, where the fourth proof of God’s existence is more successful and persuasive than the third, which is more successful than the second, etc., I also unpack concepts central to Spinoza’s thinking here, including the concepts of reason (ratio) and power (potesta or potentia). I then analyze the second premise of the Spinozist argument for substance monism, as established by Ethics Part 1, Proposition 4 in conjunction with Ethics Part 1, Proposition 5. I take up and respond to the objection attributed to Leibniz that a substance p can have the attributes x and y and a substance q can have the attributes y and z, and thus that substances can share some attributes while remaining distinct. Throughout the study, my attention is focused on the argumentative procedures Spinoza adopts. This yields a close, internalist reading of the text where Spinoza effectively embraces substance monism. In conclusion to this study, I underscore to the originality of Spinoza’s argument for seventeenth century theories of substance. (shrink)

Thomas Hobbes has been hailed as the philosopher of power par excellence; however, I demonstrate that Hobbes’s conceptualization of political power is not stable across his texts. Once the distinction is made between the authorized and the effective power of the sovereign, it is no longer sufficient simply to defend a doctrine of the authorized power of the sovereign; such a doctrine must be robustly complemented by an account of how the effective power commensurate to this authority might be achieved. (...) Nor is this straightforward: for effective political power can fluctuate, sometimes severely. In this light, the prevalent juridical reading of Hobbes’s political philosophy is inadequate. (shrink)