This essay presents a skeleton of a potential conceptual framework for human flourishing in a free society. Its aim is to present a diagram that illustrates the ways in which its topics relate to one another and why they do. It argues for a plan of conceptualization rather than for the topics themselves. It emphasizes the interconnections among the components of the schema presented. It sees an essential interconnection between objective concepts, arguing that all of the disciplines of human action (...) can be integrated into a paradigm of human flourishing based on the nature of man and the world. (shrink)

In this paper, I will develop a new theory of the nature of happiness, or “perfect happiness.” I will examine what perfect happiness is and what it is not and I will try to answer some fundamental questions about this property. According to the theory, which I shall call “the fulfillment theory,” perfect happiness is perfect fulfillment. The analysis of happiness in this paper is a development of the old idea that happiness is getting what you want and can be (...) classified as a kind of desire-satisfaction theory. According to the fulfillment theory of happiness, it is necessarily the case that an individual x is perfectly happy if and only if all x’s wants are fulfilled. The interpretation of this basic definition is important, since the consequences of the particular version defended in this essay are radically different from the consequences of many other popular theories of happiness. The fulfillment theory is also quite different from most other desire-satisfaction theories of happiness. We will see that it has many interesting consequences and that it can be defended against some potentially serious counterarguments. The upshot is that the analysis of (perfect) happiness developed in the present paper is quite attractive. (shrink)

This paper develops and defends a novel version of a relatively neglected category of theory of the nature of happiness: the desire-satisfaction theory. My account is similar in its fundamentals to Wayne Davis’s theory of happiness-as-subjective-desire-satisfaction. After arguing that this is the best general way to proceed for the desire-based approach, I develop an improved version of subjective desire satisfactionism in light of recent arguments in the happiness literature.

Este trabajo busca reflexionar en torno al siguiente problema: ¿cuál es la mejor forma de concebir la felicidad en la filosofía contemporánea? Para ello, dividiremos esta interrogante en dos. En primer lugar, indagaremos si acaso la felicidad es algo similar a lo que los griegos entendían por “eudaimonia”, i.e., una vida buena o digna de ser vivida; o si, en cambio, la felicidad es mejor entendida como un estado de la mente, postura que comienza a recibir mayor aceptación desde los (...) inicios de la modernidad. Nuestra opinión es que actualmente la felicidad se debería concebir de la segunda forma: en primer lugar, “eudaimonia” es un término que está revestido de un innegable componente evaluativo. Esto, sumado al “criterio de pertinencia descriptiva” —según el cual, la definición técnica de un concepto no debería alejarse demasiado de la concepción cotidiana del mismo— y al hecho de que en el lenguaje vernáculo “felicidad” es de naturaleza eminentemente descriptiva y no evaluativa, nos lleva a concluir que el uso técnico de este término debe ser también descriptivo, coincidiendo así con un estado mental más que con una vida buena. Una vez resuelta esta dimensión del problema, procedemos a abordar la segunda cara del mismo: si la felicidad es un estado mental, ¿cómo debe describirse ese estado? Las teorías más aceptadas al respecto son el hedonismo con respecto a la felicidad, la satisfacción con la vida como un todo, y la condición emocional positiva. Ninguna de estas propuestas está libre de dificultades; sin embargo, concluimos que la teoría más prometedora es la de la condición emocional positiva, puesto que las incongruencias internas y los inconvenientes que debe resolver son de menor gravedad. De esta manera proponemos que actualmente la mejor manera de concebir la felicidad es como un estado mental que se puede describir como una condición emocional positiva, la cual consistiría, grosso modo, en la posesión de emociones positivas y/o placenteras, así como también en propensiones o disposiciones de ánimo positivos. (shrink)