Abstract
El presente ensayo plantea la posibilidad de considerar nuevamente al diseño editorial como una actividad artística. Este campo no pudo escapar al fenómeno de la sociedad del espectáculo que hoy envuelve a casi toda actividad humana. Ello indiscutiblemente afecta la manera en que se valora esta actividad actualmente, vista las más de las veces como un simple aditamento utilitario con más fines comerciales que artísticos. A pesar de ello no deja de ser loable una revaloración de la disciplina que la considere como una producción también transutilitaria, un fenómeno a la vez estético y extraestético y una actividad que, a través de su propia praxis, construye al ser histórico...