Abstract
Nuestro frenesí de comunicación e información hace que las cosas des- aparezcan y devengan en no-cosas, también llamadas informaciones (Han, 2021: 10). El marco ontológico presente es resultado de un desplazamiento que va del ocaso de las cosas al consumo rápido y frenético de no-cosas. En este entorno intangible el ser humano ya no maneja ninguna cosa. Las no cosas son aquellas cosas puramente intangibles, que no pueden aprehenderse con las manos. Lo único que le queda de las manos al ser humano que habita este entorno son las yemas de los dedos con las que presiona las teclas para jugar con símbolos (Flusser, 2002: 107). ¿Qué efectos contrae este nuevo paradigma vital en el campo de la educación? ¿Qué significa educar en y trabajar con no-cosas?