Abstract
Este ensayo examina un experimento mental clásico de John Searle en filosofía de la mente, cuyo argumento ha sido descalificado por Dennett y Hofstadter como una bomba de intuiciones no confiable. Lo que se defiende aquí es que este experimento mental tiene un sesgo cartesiano, pero ello no obsta a que no sea confiable. En efecto, la característica principal de la Pieza China es depender de un agente cognitivo consciente que realiza el experimento, y en particular, de quien no se puede prescindir para saber si ocurre o no entendimiento lingüístico luego del procesamiento de símbolos. En efecto, el punto de vista de la 1ª persona de quien lleva a cabo el experimento es, al igual que en otras instancias, lo que permite el testeo de una hipótesis sobre la naturaleza de lo mental.