Abstract
“Conciencia”, la sección inicial de la Fenomenología de Hegel, se ocupa de la comprensión del mundo físico que nos rodea. La sección siguiente, “Autoconciencia”, comienza a considerar nuestra comprensión de nosotros mismos y de los otros. Este orden de discusión no es ni arbitrario ni meramente conveniente. Por el contrario, una de las principales lecciones que hemos de aprender hacia el final del desarrollo de la “conciencia” es que nuestra mejor concepción del mundo que es el objeto de nuestras actividades cognitivas es inteligible solo como una parte de un relato que además considera la naturaleza del sujeto que se dedica a tales actividades. La razón para esta transición expositiva es un aspecto importante en el idealismo de Hegel. En este capítulo ofrezco una reconstrucción racional de un argumento que veo como el soporte de esta transición y del tipo de idealismo que esta implica.