Abstract
Mi propósito en este texto es el de denunciar un problema grave que se está presentando por el uso de las redes sociales y por la aparición de algoritmos que nos ofrecen información específica basados en nuestras preferencias pasadas. Este problema tiene que ver con la imagen que nosotros formamos de nosotros mismos y, gracias a ello, con nuestra identidad personal. El problema, dicho en pocas palabras, es el de una forma de autoengaño que se está haciendo omnipresente sin que nos demos cuenta de ello. Para explicar esto, comenzaré por explicar algunas distinciones esenciales del autoconocimiento (o el conocimiento que tenemos de nosotros mismos), para explicar luego dos modelos del autoengaño en la filosofía. Con estas piezas podré, en una tercera parte, construir el argumento que muestra cómo, en este mundo lleno de redes sociales y algoritmos mercantiles, caemos más frecuentemente en el autoengaño de lo que pensamos.