Abstract

El conocimiento de la filosofía feminista del este asiático, en general, y de China en particular, se ha difundido habitualmente como apéndice dentro de las grandes historias de las ideas y del feminismo europeo como teoría y filosofía política. En el mejor de los casos, como puras notas al margen. En la actualidad, ya estamos en disposición de descentralizar las ideas y dar espacio a la historia, la diversidad de voces y textos de pensadoras no-europeas. Por lo tanto, el primer objetivo de esta propuesta es contribuir a la presentación y descubrimiento, para el lector en castellano, de algunas perspectivas feministas chinas que no sólo ayudarán a conocer una desconocida pluralidad filosófica, sino, a la vez, quizás de modo más importante, a pensar “con” y “contra”, críticamente, las tesis de las pensadoras. Para sumar esfuerzos a las muchas voces filosóficas feministas que conceptúo como “in-disciplinadas”, pues se sitúan fuera de la disciplina y del canon filosófico hegemónico, la propuesta de capítulo presentará y disertará en torno a la figura de He-Yin Zhen (1880-1920?). Intelectualmente presentada como representativa del anarco-feminismo chino, sus escritos de vindicación, como “Sobre la venganza de las mujeres”, “Sobre la cuestión del trabajo de las mujeres” o “El Manifiesto Feminista”, datados en 1907 y que forman el corpus de artículos publicados por la autora durante su estancia como exiliada en Japón, se erigen en una defensa de las mujeres, desde una mirada internacionalista, y, a la vez, en un paso de restitución de lo que pertenece, por derecho, a las mujeres, conjugando las dos acepciones de la acción vindicatoria. El estudio que se propone partirá de la estructuración dialógica y reflexionada con los textos de la pensadora, poniendo la mirada frente a los mismos, en su textualidad y contexto, para explorar sus argumentos. Asimismo, se enfrentarán sus tesis a aquellas quizás más difundidas, como las surgidas de los ilustrados reformistas, como las expresadas por Liang Qichao (1873-1929) en su “Sobre la educación de las mujeres” (1897), explorando, entre otras cosas, hasta qué punto la autora responde y erosiona una trampa del reformismo ilustrado al defender derechos básicos, como la educación, como elemento subordinado al fortalecimiento -económico, social- de la China atravesada también por el mal del siglo XIX, por el espíritu finisecular.