Abstract
This paper explores the intersection between the extended mind thesis and transhumanism, with a particular focus on how technology may influence, alter, or enhance human cognitive abilities. The extended mind thesis posits that external elements can become integral components of cognitive processes. Drawing on this notion, the paper contends that transhumanism adopts such perspective in advocating for the possibility of cognitive enhancement. In this sense, it assesses whether technology can truly improve cognitive function or whether it might, instead, induce a specific type of ignorance by diminishing cognitive phenomenology—the lived, experiential dimension of mental processes or the phenomenal aspect of cognitive consciousness. The assumption that cognitive technologies inherently enhance independent mental performance is challenged, with the argument that overreliance on technology may impair the ability to execute cognitive tasks autonomously. The analysis concludes that the integration of technological artifacts with human cognition can indeed lead to a specific form of ignorance by compromising cognitive phenomenology. It also suggests that such ignorance signals that the excessive use of technology may undermine the ability to perform cognitive tasks independently. These two conclusions invite reconsideration of the transhumanist claim that technology can improve human cognition.
El artículo explora la intersección entre la tesis de la mente extendida y el transhumanismo, enfocándose, específicamente, en cómo las tecnologías pueden influir, alterar o expandir nuestras capacidades y habilidades cognitivas. A través de un análisis de la tesis de la mente extendida, que propone que algunos elementos externos pueden formar parte constitutiva de nuestros procesos cognitivos, se argumenta que el transhumanismo adopta dicha tesis al tratar el asunto del mejoramiento cognitivo, y se examina si la tecnología puede realmente mejorar nuestras capacidades mentales, o si, por el contrario, podría inducir a un tipo específico de ignorancia al hacernos perder la fenomenología cognitiva, es decir, la vivencia de nuestros procesos mentales o el aspecto fenoménico de nuestra conciencia cognitiva. Se cuestiona, además, si el acoplamiento con tecnologías cognitivas disminuiría nuestra capacidad de realizar tareas mentales de forma autónoma, sugiriendo que una dependencia excesiva de la tecnología podría reducir nuestra habilidad para realizar procesos cognitivos sin ayuda de artefactos tecnológicos. Luego del análisis, el artículo concluye que, efectivamente, nuestro acoplamiento con artefactos tecnológicos puede conducirnos a un tipo específico de ignorancia al eliminar nuestra fenomenología cognitiva. También determina que dicha ignorancia es síntoma de que el uso excesivo de tecnologías puede despojarnos de nuestra habilidad de realizar tareas cognitivas sin asistencia tecnológica. Estas dos conclusiones deberían minar, o al menos replantear, las aspiraciones transhumanistas acerca del mejoramiento tecnológico de nuestra mente.