Abstract
Una de las razones fundamentales por las cuales la muerte causa dolor se debe a una comprensión equívoca acerca del sentido último de la vida humana. Además, la Modernidad se desliga, en ocasiones, de la dimensión emotiva y afectiva del ser humano. Así pues, toda terapéutica del duelo mortuorio exige reflexionar con seriedad acerca del sentido de la muerte, tarea en la cual la tradición filosófica y teológica occidental es un apoyo ineludible. En la primera parte se ha de revisar, desde la perspectiva filosófica de Epicuro, la concepción de la muerte según la cual la opinión ordinaria es errada y no da cabida a una vida realizada como fundamento de la tranquilidad y la salud. En la segunda parte se esbozarán los rasgos y las notas esenciales de una concepción cristiana de la muerte a partir de la obra de San Agustín de Hipona, exponiendo algunas medidas concretas de preparación para la muerte con base en su pensamiento.