Abstract
En este artículo discuto cómo es que la idea intuitiva de que las cosas podrían cambiar, combinada con principios excesivamente plausibles, nos lleva a la paradoja de Chisholm. Arguyo que la mejor respuesta a esta paradoja –pues efectúa la menor mutilación a nuestros principios teóricos y asunciones intuitivas– es la postura esencialista.
Primero expongo algunas motivaciones para hacer una teoría metafísica que explique la modalidad de re. Luego reviso los principios a los que estaremos regresando en el curso del artículo. Entonces muestro cómo ellos, conjuntamente, implican la paradoja de Chisholm. Después reviso las posibles fuentes de esta paradoja, rechazando varias salidas posibles. Argumento que la fuente de la paradoja está en que nuestros principios teóricos son demasiado liberales, y que la opción esencialista subsana este defecto.