Abstract
La mayor parte de los estudios sobre el dolor en los productos de la expresión artística analizan la imagen de ese dolor, reconocida generalmente en la figura humana representada. Se recurre entonces a la vía tradicional de la representación-reconocimiento-identificación. Aquí, nos planteamos abordar la manera en que el dolor, el temor y ciertas aprehensiones y estados anímicos distorsionadores pueden ser provocados a través de medios abstractos, en el sentido de medios formales o estructurales no representativos.