Abstract
La renta básica se nos presenta en la obra de Philippe van Parijs como una propuesta
política filosóficamente argumentada, de modo tal que convencerá tanto al teórico de la
justicia como al ciudadano que votará su implantación. En este artículo analizamos la
argumentación de van Parijs mostrando cómo la efectividad política de sus tesis sólo se
sostiene a costa de reducir el debate sobre la renta básica a los términos de su propia
concepción de la ética. Ponemos en duda, por nuestra parte, el alcance de esta reducción
sobre un doble plano: diluye por completo la dimensión prudencial de toda
argumentación política, y no deja más alternativa que la educación sentimental para
quienes no se dejen convencer por el equilibrio reflexivo