Abstract
Hace 60 años el funcionamiento de la voz en tanto instrumento regido por las leyes acústicas e inscripto en el cuerpo humano, y por lo tanto, gobernado por los mecanismos fisiológicos, era un misterio. Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia, es posible (y resulta inevitable) presentar la voz desde una perspectiva sólidamente fundamentada. La práctica coral es práctica vocal, y por lo tanto, para el director coral resulta fundamental estar familiarizado con los nuevos conocimientos
disponibles en el área de la Técnica Vocal y la Pedagogía del Canto. Existen directores corales y profesionales de la voz que no conocen en detalle cómo está compuesto el instrumento vocal, cuáles son sus características más importantes, cuáles son los procesos nerviosos, sensoriales y motrices implicados en el proceso fonatorio, y que no son capaces de observar y percibir las dificultades y sensaciones que sus coreutas poseen. Esta situación se presenta sin dudas como un obstáculo para el desarrollo profesional de la actividad que no encuentra, en la mayoría de los casos, una solución fundamentada y efectiva. El desafío que enfrentan los directores corales en el siglo XXI se encuentra vinculado a la posibilidad de aprehender e instrumentalizar el conocimiento disponible en pos del perfeccionamiento constante y la mejora planificada del sonido vocal. Este artículo propone un recorrido por los conceptos más importantes de la Pedagogía Vocal Contemporánea (tales como los de diagnóstico, prescripción y entrenamiento vocal) y delinea los entrecruzamientos de interés para los directores corales de esta nueva era científica.