Abstract
Las personas somos absolutamente diferentes de las cosas, no cabe ninguna duda al
respecto. No obstante, sí debemos diferenciar nítidamente entre los individuos y el concepto
de “persona”. Así pues, la persona posee un “horizonte interior”, absolutamente
novedoso y que le caracteriza como ser en aproximación a la Verdad y a la Libertad, las
cuales no sólo son específicas del propio humano, sino que le son necesarias en cuanto
remedios contra la desolación y la tiranía. Asimismo, una sociedad puede ser tiránica en
varios sentidos, pero Manuel Mindán sostiene que, para que no lo sea, el individuo entendido
como “persona” debe primar siempre sobre el grupo gregario y cerrado.