Abstract
Los nexos de la valoración con la actividad práctica de los seres humanos son muchos y variados. La práctica constituye el fundamento de la actividad valorativa, provee a esta de sentido y dirección, actúa en calidad de objetivo último de todo proceso valorativo. Al mismo tiempo, la valoración constituye la expresión directa en la conciencia de la determinación práctica de la reproducción subjetiva de la realidad objetiva y del carácter activo de esta apropiación. De ella en gran medida depende la aplicación en la práctica de los resultados del proceso cognoscitivo y, en cierto sentido también, su verificación práctica. En esta determinación suya, la valoración desempeña el papel de eslabón de enlace entre el conocimiento y la práctica. Ella media la unidad de la conciencia y la práctica, la relación entre los fines cognoscitivos y prácticos de la actividad humana. Precisamente al análisis de esto está dedicado este trabajo.