Abstract
Los objetos sensibles y el hombre, que constituyen el mundo sometido a alteración o cambios, poseen una estructura, organización y dinámicas propias por las cuales se intuye la presencia de causas o principios que dotan a ambos de tales atributos. De aquí que el límite y la medida representen condiciones de orden establecidas por el mundo ideal, un orden que actúa como causa de la armonía y la proporción que conforman todo el mundo visible. El orden ontológico y cósmico que aquí se plantea proyecta también disposiciones éticas en el plano antropológico, disposiciones que obedecen a un intento explicativo de la realidad en su totalidad y que en el presente texto se intentan dilucidar.