Abstract
Resumen: Tomado en serio, el empirismo parece abocar
a la negación de los derechos humanos; al menos entendidos
como expresión de la naturaleza humana. Bajo
esta óptica, K. Olivecrona rechaza explícitamente todo
Derecho natural, por considerarlo una noción metafísica.
En cambio, cuando describe el Derecho positivo, se encuentra
con que éste parece asegurar un determinado
orden de valores. Olivecrona, además de describir este
dato, en diversos escritos asume dichos valores e incluso
los defiende. Esta última postura no es muy coherente
con una metodología que niega el conocimiento moral.
Seguramente por ello, con el paso del tiempo, Olivecrona
va abandonando la defensa de dichos valores e, incluso,
marginando su interés por constatarlos empíricamente. El
Derecho queda reducido a mera fuerza organizada y monopolizada
por el Estado. Pero esta renuncia escamotea
otro hecho empírico: la opción general y radical a partir
de la segunda Guerra mundial de los modernos sistemas
constitucionales por separar ley y derechos, constituyendo
a los más básicos como fundamento del orden político y
jurídico. A la vista de este fenómeno, pensamos que no
sólo es posible explicarlo, sino que incluso se puede justificar,
en la medida en que la institucionalización de estos
derechos fundamentales no es sólo moralmente debida,
sino, de un modo más específico, jurídicamente debida.
Abstract: Seriously taken, empiricism seems to lead to the
denial of human rights; at least if they are understood as
the expression of human nature. In this optic, K. Olivecrona
explicitly rejects any natural law, for being a metaphysical
notion. However, when he describes positive law, he
finds that it apparently assures a specific set of values.
Olivecrona, besides describing this datum, accepts and
defends these values in various writings. This last choice is
not very coherent with a methodology which denies moral
understanding. Probably this is the reason why he gradually
abandons the defence of those values and progressively
drops his interest in validate them empirically. Law
is reduced to a mere organized force monopolized by the
State. But this renunciation overlooks another empirical
fact: after the Second World War modern constitutional
systems have generally and radically opted to separate
Law and rights and moreover some of these have been set
up as the basis of the political and legal order. In view of
this phenomenon, we strongly believe that it is possible to
explain it, but even to justify it, considering that the institutionalization
of these fundamental rights is based on a
specific demand of justice.