Abstract
Desde la consideración de Tomás de Aquino del conocimiento por connaturalidad, "el conocimiento que aporta a la inteligencia más datos que los puramente racionales, especialmente todos los datos proporcionados por la afectividad", es posible hacer un acercamiento integral a la realidad y establecer una relación con otras áreas de sabiduría y sus objetos de estudio. Esto ayuda a confrontar algunos problemas filosóficos reales, como la pérdida de la visión holística de la realidad, el reduccionismo epistemológico y el relativismo gnoseológico. Recordar el estudio iniciado en la primera parte del siglo XX por tomistas bien conocidos sobre la connaturalidad ayudaría a comprender mejor la realidad y el ser humano, y facilitaría el diálogo entre Filosofía, Ciencia y Teología sobre temas como Ecología, Estética o Mística.