Abstract
El libro de María González Navarro se presenta a sí mismo como una “nueva
hermenéutica” (23). La novedad involucra dos aspectos: uno que llamaremos
metateórico y otro hermenéutico en propiedad. Hablando metateóricamente, el libro presenta una hermenéutica gadameriana vigorizada y robustecida
por las teorías pragma-dialécticas de la argumentación. Desde el punto de
vista hermenéutico propiamente dicho, la novedad reposa en que se considera que la interpretación correcta está indesligablemente vinculada a la argumentación abductiva.