Abstract
Conocer los elementos que forman parte del mundo advierte de la presencia de un saber general que responde a definiciones universales, al ser estos rasgos de un saber que explica las causas y principios de todo ente lo cual implica comprender aquello por lo que las cosas son. En efecto, los conceptos del ser, de ente y substancia adquieren un nuevo sentido en el pensamiento de Aristóteles dejando un claro nexo entre estos, precisamente en el consorcio entitatividad-esencialidad que define a la sustancia. Por eso, este artículo es un esclarecimiento de la novedad de Aristóteles frente a una tradición metafísica de la cual se hace heredero, además de crítico.