En este artículo, defiendo que las creencias religiosas pueden ser pragmáticamente racionales. Una creencia religiosa es pragmáticamente racional si es consistente con una ética de las virtudes, como la de Martha Nussbaum, al margen de si tal creencia tiene evidencia o justificación como soporte epistémico. Para lograr tal objetivo, primero, analizaré algunas tesis pragmatistas y anti-evidencialistas de William James y Richard Rorty. En segundo lugar, analizaré el evidencialismo de William Clifford y Susan Haack. Luego, argumentaré que, aunque (...) los argumentos evidencialistas son más fuertes que los anti-evidencialistas, es posible satisfacer las demandas de ambas posiciones. En particular, sostendré que la diferencia pragmática relevante descansa en garantizar que la creencia religiosa no implique daño moral. Finalmente, argumentaré que, para satisfacer las demandas evidencialistas y anti-evidencialistas, es necesario establecer un marco moral para cualquier cuerpo de creencias religioso. -/- In this article, I defend that religious beliefs can be pragmatically rational. A religious belief is pragmatically rational if it is consistent with an ethics of virtues, like Martha Nussbaum’s, regardless if such belief has evidence or justification as epistemic support. In order to argue that, firstly, I will analyze some pragmatist and anti-evidentialist thesis from William James and Richard Rorty. Secondly, I will analyze the evidentialism of William Clifford and Susan Haack. Then, I will argue that, although evidentialist arguments are stronger than anti-evidentialist arguments, it is possible to satisfy the demands of both positions. In particular, I will hold that the pragmatist and relevant difference relies on ensuring that religious belief cannot implies moral damage. Finally, I will argue that, in order to satisfy both evidentialist and anti-evidentialist demands, it is necessary to establish a moral frame for any religious creed. (shrink)

En Razón, Verdad e Historia Hilary Putnam caracterizó la racionalidad informal como una alternativa que permite superar las limitaciones evidenciadas por las concepciones formalistas de la racionalidad. Se revisa inicialmente la caracterización ofrecida por Putnam y se establece que si bien Putnam niega todo principio universal de racionalidad, admite principios relativos, generales e indeterminados, que permanecen sujetos a necesidades de interrelación cognitiva con el entorno. A continuación, se muestra que los principios aceptan excepciones, y, a partir de (...) aquí se defiende y analiza la posibilidad de revisión de principios cuya negación no resulta actualmente concebible. Finalmente, se afirma que tanto exponer como preservar creencias de la controversia constituyen elementos históricos que deben ser contemplados por una concepción informal de la racionalidad. In Reason, Truth and History, Hilary Putnam characterized informal rationality as an alternative that allows to overcome limitations evidenced by the formalist conceptions of rationality. Initially, the paper reviews the characterization provided by Putnam and establishes that, while Putnam denies any universal principle of rationality, he accepts relative, general and vague principles, that remain subject to needs of cognitive interrelationship with the environment. Secondly, we show that principles make exceptions and defend the possibility of reviewing principles whose denial is currently not conceivable. Finally, we state that both expressing and maintaining beliefs of controversy are historical elements that should be contemplated by an informal conception of rationality. (shrink)

Las críticas que brotan en un medio en que el debate epistemológico parece encabezar los problemas que competen al filosofar, tienen en el negar el sentido de verdad al discurso de índole religiosa la ratificación del estatus de cientificidad. Esta es la apuesta de teóricos inscritos a la tradición analítica surgida en el pasado siglo. No obstante, frente a los discursos neopositivistas y el radical evidencialismo vienen las posiciones de algunos filósofos y teólogos analíticos quienes paralelamente abogaron por la validez (...) y el sentido de lo religioso. (shrink)

El objetivo de este artículo es establecer una condición de posibilidad para el diálogo interreligioso o religioso-ateo. Esta condición consiste en tomar los conceptos de «verdad» y «condiciones de verdad» como elementos centrales de la naturaleza de la creencia religiosa. Además, para hacer posible el diálogo, es necesario rechazar cualquier rasgo de inefabilidad de cualquier descripción satisfactoria de la creencia religiosa. Así, en primer lugar, se examinará el trabajo de Wittgenstein en su Tractatus Logico-Philosophicus para mostrar que, en (...) esta aproximación, todo discurso religioso es un sinsentido y, por lo tanto, ningún diálogo sería posible. En segundo lugar, se analizará la obra tardía de Wittgenstein, para mostrar que conceptos como «juego de lenguaje», «forma de vida» y «ver-aspectos» no son herramientas suficientes que permitan el diálogo. En general, se argumentará que ambas perspectivas de Wittgenstein fallan debido a que asumen que la inefabilidad es un atributo esencial de la creencia religiosa. Finalmente, se argumentará que los conceptos de «verdad» y «condiciones de verdad» son esenciales a la creencia religiosa, si se quiere garantizar el diálogo interreligioso. Se defenderá que la interpretación radical de Davidson es útil para este propósito y además permite la tolerancia entre puntos de vista religiosos y divergentes. (shrink)

Durante siglos, se consideró un deber del buen cristiano obligar, a todos los hombres a entrar en el seno de la Iglesia, puesto que de ello dependía su salvación eterna. Esta doctrina presupone que existe una nítida diferencia entre verdad religiosa y error. Para Bayle, sin embargo, la creencia religiosa solo puede aspirar a convertirse en una verdad putativa, sustentada en la convicción subjetiva del fiel, concepción que le permite desdibujar el propio concepto de herejía y criticar las persecuciones (...) religiosas de su tiempo. (shrink)

La característica central del pensamiento filosófico del siglo XX (si más no, de la llamada a día de hoy 'filosofía analítica') ha sido el interés por el estudio del lenguaje. El lenguaje religioso no ha sido una excepción a este interés. Uno de los ejemplos más tempranos de esta preocupación por el estudio del lenguaje religioso es el análisis propuesto por R. B. Braithwaite en su "An Empiricist's View of the Nature of Religious Belief" (1955). Dicho muy brevemente, la idea (...) básica de Braithwaite es que el lenguaje religioso no describe el mundo: aquellos que realizan una afirmación de índole religiosa no están aceptando la verdad de una proposición sino que están simplemente expresando su compromiso con un determinado código de conducta. Es por ello, dice Braithwaite, que adoptar una creencia religiosa no consiste en aceptar que el mundo se corresponde con una descripción de hechos determinada, sino en comprometerse a actuar de acuerdo con un código de conducta. El objetivo de este artículo es ofrecer un análisis crítico de la propuesta de Braithwaite. (shrink)

Pierre Duhem gilt ais einer der wichtigsten Reprüsentanten der franzosischen Wissenschaftsphilosophie um 1900. Seine Konzeption physikalischer Theorien wird üblicherweise ais moderne Umsetzung des antiken – proto-positivistischen – Programms der „Rettung der Phänomene‟ angesehen. Diese Sicht ist richtig, bedarf aber der Ergänzung, indem der diskursive Kontext der Duhemschen Position berücksichtigt wird. Im vorliegenden Beitrag wird dargelegt, dass Duhems philosophischer Zeitgenosse Abel Rey eine zentrale Rolle in diesem Zusammenhang spielte.

El testimonio es nuestra mayor fuente de creencias. La gran mayoría de nuestras creencias han sido adquiridas a partir de las palabras de otros y no a través de la observación directa del mundo. Una de las peculiaridades de la mayor parte de las creencias testimoniales es que son aceptadas sin ninguna deliberación consciente. Mientras el testimonio sea consistente con nuestras creencias y la fuente sea confiable, la reacción más corriente es la aceptación automática de la información (Thagard 2004, 2005). (...) Nuestra confianza en el testimonio de los demás es un requisito no sólo para la construcción colectiva del conocimiento (Hardwig 1985, 1991), sino también para la interacción social en general. Sin embargo existen contextos en los que la aceptación apresurada de un testimonio falso puede tener consecuencias nefastas. En contextos científicos, legales, políticos y financieros, entre otros, se toman decisiones importantes y se implementan políticas cruciales a partir de las afirmaciones de otros. En estos contextos la aceptación de un testimonio debe ser el resultado de un proceso de decisión basado en criterios objetivos de justificación. Sin embargo, existen dos objeciones al intento de justificar la aceptación de un testimonio (Coady 1973, 1992). La primera es que cualquier justificación será irremediablemente circular puesto que la inmensa mayoría de testimonios obtienen su justificación, al menos en parte, de evidencia de tipo testimonial. La segunda es que nuestras inferencias acerca de la confiabilidad de ciertos tipos de testimonio nunca tendrán un apoyo inductivo lo suficientemente fuerte debido a que los casos en los que un tipo de testimonio puede ser verificado directamente en la experiencia nunca serán lo suficientemente numerosos. En este ensayo presento una solución al problema de cómo decidir racionalmente si un testimonio puede ser aceptado como evidencia probatoria en una investigación. Mi propuesta, que está basada en la teoría de revisión de creencias desarrollada por Levi (1984, 1991), muestra que la aceptación justificada de un testimonio está basada en exactamente los mismos mecanismos de adquisición de creencias que operan en el caso de evidencias no testimoniales; al mismo tiempo, la propuesta da cuenta de las particularidades que se presentan en el proceso de evaluación de una evidencia testimonial. Mi tesis es que la decisión de aceptar un testimonio es un proceso que se cumple en dos etapas. En la primera se busca una justificación pare el testimonio buscando todos los hechos que aumenten la probabilidad de que el testimonio sea verdadero, es decir, de que el testigo o declarante esté reportando verídicamente un hecho. La aceptación de estos hechos y de su relación probabilística positiva con respecto al testimonio está basada en la búsqueda de un equilibrio entre su credibilidad y su valor informativo. En la segunda etapa, se determina si la justificación obtenida en la primera es suficiente para la aceptación del testimonio, de nuevo buscando encontrar un equilibrio entre su credibilidad y la utilidad de la información que contiene en promover los intereses y metas cognitivas del investigador. (shrink)

El presente artículo busca hacer una revisión del concepto de verdad como fundamento del conocimiento científico: desde el pragmatismo de William James y Jürgen Habermas hasta las nociones pragmáticas de Charles -/- Sanders Peirce, con la intención de mostrar los rasgos pertinentes -/- e insuficiencias de cada postura. De manera complementaria, se -/- buscará dar cuenta de los niveles: pragmático (semiótico-filosófico) -/- y pragmatista (psicológico), en los que funciona dicho concepto -/- dentro de la filosofía peirciana. Finalmente, tal esbozo teórico (...) nos permitirá establecer una -/- definición operativa de verdad como condición trascendental, y -/- que resulte menos problemática para representar el conocimiento -/- científico. (shrink)

[ES] En este breve trabajo, se presenta una edición bilingüe de Is Justified True Belief Knowledge?, de Edmund L. Gettier, donde se presentan contraejemplos a la definición de «conocimiento» como «creencia verdadera justificada». [ES] In this brief text, a bilingual edition of Is Justified True Belief Knowledge?, by Edmund L. Gettier, some counterexamples are presented to the definition of «knowledge» as «justified true belief».

Dossier sobre Pragmatismo. Los trabajos que se incluyen en este dossier tienen como hilo conductor el discutir una noción de verdad provisional y débil, en oposición a una concepción de verdad entendida como una fundamentación fuerte, objetiva y universal de las creencias.

Las afirmaciones verdaderas reciben su justificación de creencias que tienen al conocimiento como base, por lo que para su formulación y comprensión se necesita asumir una posición fundacionalista. En este artículo se propone un fundacionalismo confiabilista, inspirado en Goldman, aunque con cambios importantes respecto a su teoría. A diferencia de Goldman, considero que no todas las creencias tienen que ser verdaderas, ni toda justificación de las creencias requiere de la verdad. Adicionalmente, las creencias verdaderas, expresadas mediante oraciones asertóricas, estarían fundadas (...) en creencias aún más básicas, cuya justificación proviene del uso del lenguaje. (shrink)

El presente artículo reflexiona sobre los orígenes del pragmatismo atendiendo puntos importantes para implicaciones epistemológicas que buscan servir luego de clave para una perspectiva para el pensamiento del sur del continente. Hay una exposición de aspectos centrales que sobre el pragmatismo expuso Charles Pierce, específicamente sobre las creencias, el signo como mediación cognitiva, así como una consideración de las ciencias para comprender el papel tanto del razonamiento como de la percepción y el instinto. Igualmente, se exponen elementos claves de la (...) teoría del conocimiento de John Dewey, quien ante el rechazo declarado al racionalismo cartesiano y sin limitarse a la experiencia como punto de referencia para la clarificación conceptual, se encamina más a unas vivencias y contactos con un mundo observado comprometiendo así la realidad sentida la propia mente. El pragmatismo implica atención a lo que nos rodea sin generar separaciones entre sensibilidad y razón o entre pensamiento y emoción, lo cual hace que los asuntos de la ciencia y del conocimiento no se den ajenos a las acciones democráticas entre los individuos activos y sus colectivos. (shrink)

En este trabajo nos referiremos al debate entre internismo y externismo epistemológicos a partir del episodio que constituye el debate entre Michael Williams y Alvin Goldman, que se expresa en el intercambio de trabajos presente en el volumen del año 2016 Goldman and his critics. Enmarcaremos esta discusión señalando que, mientras una serie de autores (en particular Laurence BonJour y, siguiendo su influencia, Jennifer Lackey y Fernando Broncano) extrae del debate internismo/externismo la consecuencia “dualista” de que el conocimiento no puede (...) analizarse según un único eje, sino que hallamos al menos dos -el de la razonabilidad subjetiva y el de la conductividad a la verdad-, Goldman se presenta como un externista de “línea dura” para el cual el internismo es simplemente insostenible y la justificación epistémica ha de comprenderse exclusivamente en términos confiabilistas. Sobre este trasfondo, analizaremos la propuesta de Williams, quien por un lado busca probar que las críticas de Goldman al internismo quedan restringidas a una versión “mentalista” o “subjetivista”, y, por el otro, busca ratificar una epistemología internista moderada apoyándose en el señalamiento de que el conocimiento humano es indisociable de consideraciones de responsabilidad (accountability). Buscaremos probar que la réplica de Goldman, que se centra en denunciar una presunta confusión por Williams entre el problema del “estar justificado” y el del “justificar”, no hace justicia a la amplitud del problema de la justificación epistémica, una vez que este es abordado, no a partir de presuntas “intuiciones” sobre el significado de “conocimiento” en el lenguaje ordinario, sino a partir de las prácticas en las que nociones como esta pueden hacerse funcionar. -/- . (shrink)

En su artículo “On Knowing One’s Own Mind” (1988), Shoemaker argumenta en favor de tres afirmaciones: (1) se requiere un autoconocimiento directo (self-acquaintance) para la cooperación racional con otras personas (porque ésta depende de que podamos decirles qué es lo que creemos e intentamos hacer); (2) el autoconocimiento directo es necesario para la deliberación sobre qué creer y qué hacer (porque no podemos ajustar racionalmente creencias y deseos sin saber qué creencias y deseos tenemos); y (3) el autoconocimiento directo es (...) una consecuencia inmediata de nuestra capacidad para reconocer el carácter paradójico de oraciones que ejemplifican la paradoja de Moore. En este capítulo trato de mostrar que las afirmaciones (1) y (2) no son correctas; la cooperación se puede llevar acabo comunicándonos exclusivamente sobre (supuestos) hechos y acciones y el ajuste racional de creencias normalmente sucede de una manera automática a un nivel de primer orden. Sin embargo, la afirmación (3) indica una relación interesante entre nuestras capacidades conceptuales y lingüísticas, por un lado, y, por el otro, nuestra capacidad de “contestar la pregunta de si creo que p poniendo en marcha el proceso (cualquiera que éste sea) mediante el cual respondo a la pregunta de si p” (Evans, 1982: 225). (shrink)

Neste artigo fazemos uma discussão conceitual acerca da ferramenta de escolha por nós apresentada no trabalho “Solving Normative Conflicts using Preference Relations”, isto é, explicitamos a racionalidade subjacente a tal ferramenta, bem como as consequências práticas de sua aceitação.

En su trabajo acerca del debate Putnam-Rorty, Luis Robledo supone una concepción reduccionista de la justificación en Rorty, y defiende contra ella la indepen-dencia entre justificación y consenso, a través del argumento de la posibilidad de un consenso sin justificación. A su juicio, el no sostener una independencia tal conduciría a problemas desfavorables para el pragmatismo. En este trabajo buscaré presentar una interpretación alternativa y no reduccionista de la justificación rortiana, que aún sin reconocer una total independencia entre ambas instancias, (...) no sólo evita estos proble-mas, sino que además muestra que es poco pragmático el ejemplo proporcionado por Robledo en su argumentación. (shrink)

En la primera parte realizo una reconstrucción de la postura infinitista de Peirce a partir de los argumentos formulados en sus textos de juventud. En la segunda parte formulo rápidamente el problema del regreso epistémico de la justificación y reconstruyo tres objeciones clásicas: la objeción de las mentes finitas, la objeción del origen inexplicado, y la objeción de la descripción errada. En la tercera parte muestro cómo en sus textos de juventud Peirce consideró todas estas objeciones y cómo trató de (...) enfrentarlas. En la cuarta parte me adentraré en el periodo de madurez de Peirce para mostrar cómo, con los conceptos de duda y creencia, es posible formular una respuesta más robusta a las objeciones. Finalmente, en la última parte, iré un poco más allá de Peirce, pero sin abandonar el espíritu peircea- no, para mostrar cómo es posible explicar el carácter finito de nuestro ejercicio habitual de dar razones, sin que esto vaya en contravía de la postura infinitista doxástica peirceana sobre la estructura de la justificación. -/- . (shrink)

En este artículo expongo cómo la filosofía trascendental kantiana utiliza la figura de las analogías de la experiencia como una forma de interpretación normativa y pragmática de las condiciones a priori del conocimiento. Dichas condiciones, no sólo se manifiestan en la constitución de nuestros juicios sintéticos acerca de los fenómenos empíricos; sino que también posibilitan la construcción de las ciencias naturales mismas, como la Física. Al final de esta exposición señalo que esta interpretación normativa y pragmática es esencial para la (...) filosofía trascendental en tanto, que sólo así, es posible la fundamentación metafísica de las leyes newtonianas. (shrink)

In this paper I argue for the following hypotheses: The Davidsonian language thesis, which presupposes a set of beliefs and shared desires, is a quasi-rational phenomenon that weights the truths, and from them, is able to derive other objective thoughts in the domain of values. This view of Davidson conceives that thinking and language are prior to convention, and that necessarily implies the acknowledgement of humans as thinking beings; capable of understanding even when deprived of content, this is to say, (...) negating naturalism or substance in beliefs and innate desires. (shrink)

HISTÓRIA DA SOCIOLOGIA: O DESENVOLVIMENTO DA SOCIOLOGIA I -/- A SOCIOLOGIA NOS ESTADOS UNIDOS -/- -/- HISTORY OF SOCIOLOGY: THE DEVELOPMENT OF SOCIOLOGY I -/- SOCIOLOGY IN UNITED STATES -/- -/- Emanuel Isaque Cordeiro da Silva – IFPE-BJ, CAP-UFPE e UFRPE. E-mails: [email protected] e [email protected] WhatsApp: (82)9.8143-8399. -/- -/- PREMISSA -/- A Sociologia nos Estados Unidos desenvolveu-se no contexto de dois grandes eventos que marcaram profundamente a história do país. -/- O primeiro foi a Guerra de Secessão (também conhecida como (...) Guerra Civil Americana), que ocorreu entre 1861 e 1865 e gerou ressentimentos e atritos entre a população do sul e a do norte dos Estados Unidos. -/- Em contrapartida, houve a urbanização das terras do oeste e das áreas centrais do país, o que contribuiu para o crescimento da economia e a expansão industrial. No norte, graças ao esforço de guerra, houve um grande crescimento, principalmente na metalurgia, no transporte ferroviário, na indústria de armamentos e na indústria naval. O comércio também se expandiu de maneira exponencial em todo o território estadunidense. -/- O padrão de cultura dos Estados Unidos passou a ser o ideal nortista de “trabalho duro, educação e liberdade econômica a todos”. Houve ainda um grande desenvolvimento de escolas e instituições de ensino superior. -/- O segundo grande evento que marcou a história estadunidense foi a chegada em massa de estrangeiros. Entre 1860 e 1900, os Estados Unidos passaram de país agrícola, com população em torno de 4 milhões, para país industrial, com uma das maiores economias do mundo e com 75 milhões de habitantes. -/- O incremento populacional e a industrialização redundaram em um processo de urbanização sem precedentes que continuou até a década de 1930. Para se ter uma ideia, em 1860 viviam em Chicago 102 260 pessoas; em 1900, a população da cidade passou a 1 698 575 e, em 1930, a 3 375 329. Em virtude desses fatores, consolidaram-se nos Estados Unidos uma burguesia industrial, comercial e financeira significativa, uma classe trabalhadora majoritariamente formada por imigrantes e uma classe média em ascensão. -/- As principais cidades passaram a ser um espaço de conflito e alvo de preocupações. Temas como imigração, aculturação, conflitos étnicos, comportamentos desviantes e políticas públicas foram importantes na Sociologia desenvolvida inicialmente no país. -/- Entre os principais fundadores da Sociologia nos Estados Unidos estão William Graham Sumner (1840 -1910), Lester Frank Ward (1841-1913), Albion Woodbury Small (1854-1926), Franklin Henry Giddings (1855-1931), Thorstein Bunde Veblen (1857-1929), William Isaac Thomas (1863-1947), Robert Ezra Park (1864-1944), Charles Horton Cooley (1864-1929) e George Herbert Mead (1863-1931). -/- A herança cultural desses fundadores é muito diversa: foram influenciados principalmente pela tradição religiosa protestante disseminada em quase todo o território, pelo liberalismo econômico clássico conservador, do tipo laissez-faire, pelo evolucionismo do inglês Charles Darwin (1809-1882) e pelo darwinismo social de Herbert Spencer (1820-1903). Acrescente-se a esse cadinho de concepções de mundo e ciência o pragmatismo do filósofo e psicólogo William James (1842-1910) e do filósofo Charles Pierce (1839-1914). -/- Essa herança permite compreender as duas grandes características da Sociologia nos Estados Unidos: -/- • multiplicidade de temas, problemas e propostas e diversidade teórica e metodológica; -/- • desenvolvimento desse campo do conhecimento em universidades, nas quais as atividades eram financiadas pelo Estado e pelo setor privado (Fundação Rockefeller, comitês e associações normalmente religiosas). -/- Por causa dessa segunda característica, optei por analisar o desenvolvimento da Sociologia nos Estados Unidos em três importantes universidades estadunidenses: a de Chicago, Harvard e Columbia. -/- 1. A Universidade de Chicago -/- A Universidade de Chicago foi fundada em 1890 pelo magnata do petróleo John D. Rockefeller e recebeu os primeiros alunos em 1892. Nela foi criado o primeiro departamento de Sociologia dos Estados Unidos, sob a direção de Albion Woodbury Small. -/- No início de seus trabalhos sociológicos, a Universidade de Chicago deu primazia à pesquisa empírica, procurando conhecer, por meio da observação direta, a dinâmica das relações sociais. Desenvolveu uma forte tendência pragmática e microssociológica, que viria a ser conhecida como a Escola de Chicago. A maior preocupação dos integrantes dessa Escola foi com os problemas das grandes cidades dos Estados Unidos, como a marginalidade social, o alcoolismo, as drogas, a segregação racial e a delinquência, estabelecendo uma relação entre a pesquisa sociológica e a intervenção dos organismos públicos na sociedade. -/- Os sociólogos de Chicago também se dedicaram ao que chamaram de ecologia humana, em oposição à ecologia animal e vegetal. -/- Em 1895, Albion Woodbury Small fundou o American Journal of Sociology e, em 1907, participou ativamente da fundação da Sociedade Americana de Sociologia. Ele publicou, com Georges Vincent, em 1894, talvez o primeiro manual de Sociologia para estudantes, intitulado Introdução ao estudo da sociedade. Tendo estudado na Alemanha, Small foi o principal divulgador do pensamento de Georg Simmel nos Estados Unidos. -/- Entre os integrantes da Escola de Chicago mais conhecidos no Brasil, podemos citar William I. Thomas (1863-1947) e Florian Znaniecki (1882-1958), cuja principal obra foi O camponês polonês na Europa e na América, editada em 1918. -/- Destacam-se ainda Robert E. Park (1864-1944) e Ernest W. Burgess (1886-1966), que escreveram, entre outras obras, Introdução à ciência da Sociologia, em 1921. -/- Os dois, com Roderick Mackenzie, escreveram o clássico A cidade, em 1925. Outro membro de destaque foi Louis Wirth (1897-1952), autor de O gueto, escrito em 1928, e de um artigo que se tornou famoso, “Urbanismo como modo de vida”, publicado em 1938, no American Journal of Sociology. -/- A Escola de Chicago congregou, ainda, sociólogos e antropólogos com ligação com a Psicologia Social, que desenvolveram uma abordagem sociológica das relações sociais conhecida como interacionismo simbólico. A principal figura dessa vertente foi George Herbert Mead (1863-1932), que trabalhou em diversas áreas, sobretudo como psicólogo social e como professor de várias gerações de antropólogos e sociólogos. Seus escritos foram sistematizados por seus alunos e publicados com o nome Mind, self and society (A mente, o eu e a sociedade), em 1934. -/- Além da tradição intelectual dos Estados Unidos, os integrantes da Escola de Chicago receberam a influência de Jean-Gabriel de Tarde, Émile Durkheim e Georg Simmel. Seus continuadores foram Herbert Blumer (1900-1987) e Everett C. Hughes (1897-1983). -/- 1.1 Erving Goffman (1922-1982) -/- O representante da Sociologia desenvolvida na Universidade de Chicago mais influente no Brasil é Erving Goffman, que nasceu em Manville, Alberta, no Canadá, em 1922, e faleceu nos Estados Unidos em 1982. Obteve o grau de bacharel pela Universidade de Toronto, em 1945, e concluiu mestrado (1949) e doutorado (1953) na Universidade de Chicago, onde estudou Sociologia e Antropologia Social. Em 1958, tornou-se professor da Universidade da Califórnia e, em 1968, ingressou na Universidade da Pensilvânia, onde foi professor de Antropologia e Sociologia. -/- Entre 1981 e 1982, Goffman foi presidente da Sociedade Americana de Sociologia e realizou pesquisas na linha da Sociologia interpretativa e cultural, iniciada por Max Weber, desenvolvendo a ideia de que o mundo é um teatro e cada um, individualmente ou em grupo, interpreta papéis de acordo com as circunstâncias em que se encontra. Essas circunstâncias são marcadas por rituais e posições distintivas em relação a outros indivíduos ou grupos. Para ele, é possível distinguir indivíduos, grupos e classes com base, por exemplo, em aspectos como as formas de vestir ou de se apresentar publicamente. -/- O sociólogo considera a interação social como um processo fundamental de identificação e de diferenciação dos indivíduos e grupos, analisando-a no cotidiano, especialmente em lugares públicos. Goffman estudou com especial atenção o que chamou de “instituições totais”, lugares onde o indivíduo é isolado da sociedade, como prisões e manicômios. -/- De acordo com o sociólogo brasileiro Édison Gastaldo: -/- O trabalho de Goffman trouxe à luz aspectos da vida cotidiana que não se julgavam “sociologicamente relevantes”. Seus insights sobre as interações ordinárias, sobre o deslocamento dos pedestres, sobre a ocupação social dos espaços públicos, sobre a atuação dos vigaristas, mendigos, loucos, espiões, jogadores e de todos aqueles que passam cotidianamente debaixo de nossos narizes sem que prestemos atenção modificaram o pensar sociológico no mundo. Sua descrição etnográfica de um hospital para doentes mentais colaborou decisivamente para deflagrar a luta antimanicomial no mundo inteiro. Vinte e dois anos depois de sua morte, os temas e os conceitos desenvolvidos por Goffman ainda estão em pleno uso e vitalidade (GASTALDO, 2004, p. 9/10). -/- Suas três obras mais conhecidas são: A representação do eu na vida cotidiana (1959), Manicômios, prisões e conventos (1961) e Estigma: notas sobre a manipulação da identidade (1963). -/- 2. A Universidade Harvard -/- A história de Harvard começa em 1636, quando foi fundada, na cidade de Cambridge, no estado de Massachusetts, uma instituição de ensino denominada New College. Em 1639, essa instituição recebeu o nome de Harvard College, em homenagem a John Harvard, seu principal mecenas. -/- A Sociologia desenvolvida na Universidade Harvard é marcada por uma preocupação teórica e tem dois sociólogos como expoentes: Pitirim Alexandrovich Sorokin (1889-1968) e Talcott Edgar Frederick Parsons (1902-1979). Este último influenciou muito o desenvolvimento da Sociologia no mundo e no Brasil. -/- 2.1 Talcott Parsons (1902-1979) -/- Talcott Parsons nasceu no Colorado, nos Estados Unidos. Em 1924, graduou-se em Biologia e Filosofia na Faculdade Amherst. Em 1925, pós-graduou-se em Ciências Sociais na Escola de Economia de Londres, na Inglaterra, e, em seguida, doutorou-se na Universidade de Heidelberg, na Alemanha. -/- Nos Estados Unidos, lecionou Economia e Sociologia na Universidade Harvard durante 45 anos (1927-1973). Em 1944, tornou-se presidente do Departamento de Sociologia, transformando-o, dois anos depois, no Departamento de Relações Sociais, a fim de unir a Sociologia a outras ciências sociais. -/- Assim como Sorokin, Parsons voltou-se para a Sociologia europeia, tendo por base as ideias de Max Weber, Vilfredo Pareto (1848-1923) e Émile Durkheim, além das do economista inglês Alfred Marshall (1842-1924). Fundamentado nesses autores, desenvolveu uma grande obra teórica, que dominaria a Sociologia estadunidense desde então. -/- Parsons é o sociólogo estadunidense mais conhecido no mundo. Em geral, seus críticos entenderam-no como um pensador conservador, preocupado basicamente com o bom ordenamento da sociedade. Seu interesse era determinar a função que os indivíduos desempenhavam na estrutura social. Entendia o indivíduo como expressão dessa estrutura, a qual devia ser mantida e preservada. Caso isso não ocorresse, deviam entrar em ação os mecanismos de controle social (moral, ética, sistema jurídico e penal etc.), como instrumentos preventivos ou corretivos. -/- Seu trabalho exerceu influência em diversos países e ambientes acadêmicos (particularmente nas décadas de 1950 a 1970), até mesmo na então União Soviética, onde, em 1964, ministrou aulas sobre a Sociologia estadunidense a convite da Academia de Ciências da União Soviética (URSS). -/- Suas principais obras foram: A estrutura da ação social (1937), O sistema social (1951), Economia e sociedade (1956, com N. Smelser), Estrutura e processo nas sociedades modernas (1960), Sociedades: perspectivas evolucionárias e comparativas (1966), Teoria sociológica e sociedade moderna (1968), Política e estrutura social (1969), Sistemas sociais e a evolução da teoria da ação (1977) e Teoria da ação e a condição humana (1978). -/- 3. A Universidade Columbia -/- A King’s College foi fundada em 1754, em Nova York, nos Estados Unidos. Quando as colônias inglesas se declararam independentes da Grã-Bretanha, a instituição passou a se chamar Universidade Columbia. A partir da última década do século XIX, essa universidade se destacaria por uma importante produção no campo da Sociologia, tendo como pioneiro Franklin Giddings (1855-1931), fundador da cadeira de Sociologia. Fortemente marcado pelo evolucionismo e pelo pragmatismo, foi um dos primeiros a usar métodos quantitativos e experi-mentais no estudo dos fenômenos sociais. -/- Dois sociólogos de Columbia merecem destaque, por serem muito conhecidos no Brasil: Robert K. Merton e Charles Wright Mills. -/- 3.1 Robert King Merton (1910-2003) -/- Merton nasceu na Filadélfia e faleceu em Nova York. Graduou-se em Sociologia na Universidade Temple e pós-graduou-se na Universidade Harvard, onde trabalhou com Pitirim Sorokin e Talcott Parsons até a defesa de seu doutorado, em 1936. -/- Em 1941 Merton transferiu-se para a Universidade Columbia, onde permaneceu durante 38 anos, até aposentar-se. Nessa universidade procurou integrar teoria à prática sociológica. Estudou o comportamento desviante e os processos de adaptação social, tendo por base pesquisas qualitativas e quantitativas do exercício profissional em ambiente de solidariedade e de conflito. Com Paul Lazarsfeld (1901-1976), desenvolveu o Departamento de Pesquisa Social Aplicada. -/- O nome de Merton está vinculado à proposta de criação de teorias de alcance médio, segundo a qual os sociólogos seriam mais úteis à sociedade se deixassem de lado as grandes teorias (criticando Parsons) e criassem outras de médio alcance. Essas teorias estariam situadas entre as hipóteses de trabalho rotineiras na pesquisa e as amplas especulações. Mediariam, dessa forma, as abstrações, generalizações e fundamentos empíricos da pesquisa. -/- Merton tinha uma visão humanista da função social da ciência, demonstrando influência clara de Max Weber. Concebia a ciência como um conjunto de conhecimentos compartilhados por todos os membros da sociedade, que deveriam julgar a credibilidade das postulações científicas de acordo com suas expectativas e valores morais. Mas as decisões acerca do fazer científico não caberiam à sociedade, e sim ao próprio cientista, sempre adequando seus valores aos da sociedade. -/- 3.2 Charles Wright Mills (1916-1962) -/- Charles Wright Mills (1916-1962) nasceu em Waco, no Texas, Estados Unidos. Mestre em Artes, Filosofia e Sociologia pela Universidade do Texas, concluiu, em 1942, seu doutorado em Sociologia e Antropologia pela Universidade de Wisconsin. Foi professor de Sociologia nas universidades de Maryland e Columbia, onde passou a lecionar em 1947 e permaneceu até a morte, em 1962. -/- Charles Mills representa uma tendência quase marginal na Sociologia dos Estados Unidos, por apresentar uma visão crítica e militante da sociedade estadunidense e da própria Sociologia. -/- Influenciado por Karl Marx e Max Weber, Mills procurou conciliar o conceito de classe social com o de status, visando esclarecer processos e mecanismos dos conflitos e das mudanças sociais. Por meio de pesquisas, tentou elucidar a complexidade de estruturas de poder, particularmente das elites (em lugar de classes dominantes), e de seu papel na mudança social, fugindo da ideia de revolução como única via para a transformação social. -/- Charles Wright Mills é conhecido principalmente por seu livro A imaginação sociológica, publicado originalmente nos Estados Unidos em 1959. Nele, o autor propõe que os sociólogos, ao exercer a profissão, não deixem a imaginação e a criatividade de lado em favor de uma pretensa objetividade e neutralidade do trabalho científico. Para Mills, os grandes intelectuais da história nunca abriram mão da reflexão e da criatividade e mantiveram uma postura crítica diante da realidade. -/- Atribuindo aos sociólogos a responsabilidade de agentes ativos na sociedade, cabendo-lhes tomar parte nos debates públicos de sua época, Mills defendia a ideia de que a Sociologia deveria ser compreensível para o grande público. Para ele, a ciência social era inseparável da vida pessoal do cientista: a intuição, a imaginação e o comprometimento com o tempo em que se vivia eram fundamentais para compreender cientificamente a sociedade. Suas obras foram publicadas em vários idiomas. Além da citada anteriormente, as mais importantes são: A nova classe média (1951), A elite do poder (1956), Sobre o artesanato intelectual (1959) e Os marxistas (1962). -/- Mills escreveu também artigos em revistas e dois livros que tiveram grande exposição na mídia dos Estados Unidos, por seu caráter polêmico: As causas da Terceira Guerra Mundial (1958), no qual discute a corrida nuclear, e A Revolução em Cuba (1960), em que analisa a fase inicial da Revolução Cubana. -/- Outros sociólogos que defendem uma postura crítica na Sociologia estadunidense, continuadores ou não de Charles Wright Mills, são Irving Louis Horowitz (1929-2012), Martin Nicolaus (1928-) e Alvin Gouldner (1920-1980). -/- REFERENCIAL TEÓRICO -/- BOTTOMORE, T.; et al. Dicionário do pensamento social do século XX. Trad. Eduardo Francisco Alves. Álvaro Cabral. Rio de Janeiro: Zahar, 1996. -/- COULON, A. A Escola de Chicago. Trad. Tomás R. Bueno. 1ª ed. Campinas: Papirus, 1995. -/- CUIN, C. H.; GRESLE, F. História da Sociologia. Trad. Roberto Leal Ferreira. São Paulo: Ensaio, 1994. -/- DOMINGUES, J. M. A sociologia de Talcott Parsons. 1ª ed. São Paulo: Annablume, 2008. -/- GASTALDO, É. (org.); et al. Erving Goffman, desbravador do cotidiano. 1ª ed. Porto Alegre: Tomo Editorial, 2004. -/- NOVA, S. V. Introdução à Sociologia. 6ª ed. São Paulo: Atlas, 2004. -/- SILVA, A. et al. Sociologia em movimento. 2ª ed. São Paulo: Ática, 2016. -/- VALLADARES, L. do P. A Escola de Chicago: impacto de uma tradição no Brasil e na França. 1ª ed. Belo Horizonte: UFMG, 2005. -/- VÁRIOS, autores. O livro da sociologia. As grandes ideias de todos os tempos. Trad. Rafael Longo. 1ª ed. São Paulo: Globo, 2015. -/- SBS - Sociedade Brasileira de Sociologia PUCRS - PPG em Ciências Sociais Avenida Ipiranga, 6681 - Partenon CEP: 90619-900 - Porto Alegre, RS [email protected] Emanuel Isaque Cordeiro da Silva ©2019 -/- Estimule a criatividade. Respeite os direitos autorais. (shrink)

Claramente ni yo ni nadie leeremos nunca ninguna parte sustancial de este enorme tome, así que discutiré el único artículo que más me interese y que creo que proporciona el marco necesario para la comprensión de todos los demás. Me refiero a la de Ludwig Wittgenstein (W). Incluso si yo tratara de discutir otros, no pasaría la primera página, ya que todos los problemas aquí surgen inmediatamente en cualquier discusión de comportamiento. La diferenciación de la pragmática y la semántica no (...) tiene sentido en gran medida. Es defendible que se pueda subtitular esta obra 'Desarrollos del contextualismo de Wittgenstein', pero, por supuesto, este término ha sido inevitablemente corrompido por filósofos. Uno podría decirse entonces que la pragmática y la semántica son partes o coextensivas con la epistemología y la ontología y la psicología descriptiva del pensamiento de orden superior (Estructura lógica de la racionalidad de Searle) o que describen cómo usamos los ruidos en contextos específicos para darles significado --es decir, un uso verdadero o falso (propsicional). La adición del trabajo de Wittgenstein/Searle a la investigación moderna sobre el pensamiento proporciona un marco para la pragmática, la semántica y todos los demás comportamientos humanos. Aquellos que deseen un marco completo hasta la fecha para el comportamiento humano de la moderna dos sistemas punto de vista puede consultar mi libros Talking Monkeys 3ª ed (2019), Estructura Logica de Filosofia, Psicología, Mente y Lenguaje en Ludwig Wittgenstein y John Searle 2ª ed (2019), Suicidio pela Democracia 4ª ed (2019), La Estructura Logica del Comportamiento Humano (2019), The Logical Structure de la Conciencia (2019, Comprender las Conexiones entre Ciencia, Filosofía, Psicología, Religión, Política y Economía, Historia y Literatura (2019), Delirios Utópicos Suicidas en el siglo 21 5ª ed (2019), Observaciones sobre Imposibilidad, Incompletitud, Paraconsistencia, Indecidibilidad, Aleatoriedad, Computabilidad, Paradoja e Incertidumbre en Chaitin, Wittgenstein, Hofstadter, Wolpert, Doria, da Costa, Godel, Searle, Rodych Berto, Floyd, Moyal-Sharrock y Yanofsky(2019) y otros. . (shrink)

Esta obra compila los estudios presentados en las I Jornadas de Filosofía del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala y está prologada por Abelardo Lobato, O. P. Los filósofos tienen el deber de buscar y alcanzar la verdad apelando a las fuerzas de la razón, la cual, por cierto, no impide otras vías genuinas de conocimiento, como la fe. La búsqueda intelectual exige un trabajo de análisis que debe afinarse ante las obcecaciones que a menudo se interponen en el horizonte (...) de la existencia humana. En no pocos momentos de la historia ha habido claudicaciones generalizadas ante esa búsqueda, olvidos más o menos conscientes de que las verdades se alcanzan si se mantiene la esperanza de sabiduría y el amor a ella. El relativismo y el escepticismo se presentan casi como el polo opuesto de esa esperanza y ese amor; como una consecuencia de la “con-fusión” cultural, de las mentiras interesadas y de la desidia moral de algunas sociedades. La nuestra, la europea occidental, es una de ellas. El relativismo afecta al modo de pensar y de comportarse del hombre y es habitual que le lleve por vericuetos que a la postre terminan dañándole a él y a sus congéneres. En este libro se analizan algunos errores que han llevado a suscribir las tesis del relativismo y a rechazar la posibilidad de dar con algunas verdades comunes para todos. La obra tiene dos partes, una histórica y otra temática. Las páginas con enfoque histórico estudian las tesis que sobre el relativismo han mantenido algunos pensadores o corrientes de la filosofía. De su lectura se puede extraer la conclusión de que el fenómeno del relativismo es tan viejo y tan actual como el propio hombre y su apertura inteligente a la verdad. Filósofos de la época antigua de la talla de Protágoras, Pirrón o los “Académicos” coetáneos de San Agustín; modernos como Descartes; contemporáneos como Wittgenstein o Kuhn han dejado huellas que luego abrieron el camino hacia un régimen de pensamiento en que el hombre abandona la posibilidad de admitir verdades universales. Algunos argumentos favorables al relativismo —y, más aún, algunas actitudes “propedéuticas” de él— se han ido instalando culturalmente hasta consolidarse de manera cada vez más indiscutida. La segunda parte analiza el relativismo de forma temática, como un asunto abordable desde las diversas ramas del saber filosófico. Así, se tratan las repercusiones que tiene esta forma de pensamiento en la pragmática, la lógica, la estética o la religión, y se intentan desenmascarar los tópicos y falsos argumentos que justifican un comportamiento ético o religioso “abierto a todas las opciones”. (shrink)

En 1968 Raquel Carson comenzaba una revolución en el pensamiento, quizá una de las de mayor peso en la actualidad. En su libro "La primavera silenciosa" acusaba del deterioro ambiental al poder ilimitado del ser humano. La creencia surgida en la modernidad de que todo lo que el hombre decidía era en sí mismo lo mejor por haber sido fruto de una voluntad libérrima, daba primacía y legitimidad absoluta a su acción sobre la naturaleza. Surgieron con gran fuerza numerosos (...) grupos ecologistas que adoptaron un pensamiento que responde al nombre de "ecología profunda" o "Deep Ecology" descrito por primera vez por Arme Naess en un artículo publicado por la revista Inquiry y titulado "The Shallow and the Deep, Long Range Ecology Movement". Los principios que proponía este movimiento (Naess 1984) pueden ser resumidos en ocho grandes puntos: 1) la vida de los seres no humanos es un valor en sí: 2) la riqueza y la diversidad de estas formas de vida son también valores en sí; 3) los seres humanos no pueden intervenir de manera destructiva en la vida; 4) a este respecto, la intervención humana actual es eminentemente excesiva; 5) por consiguiente, las reglas de juego deben ser radicalmente modificadas; 6) esta modificación radical debe hacerse tanto a nivel de las estructuras económicas como de las estructuras ideológicas y culturales; 7) a nivel ideológico, el cambio principal consiste en apreciar más la calidad de la vida que el goce de los bienes materiales; 8) las personas que acepten estos principios tienen la obligación de contribuir, directa o indirectamente a la realización de los cambios fundamentales que aquellos implican. (shrink)

In this essay, I try to go through the questions and analysis that Judith Butler puts on Althusser’s work—reading fundamentally and almost exclusively the essay on the “Ideological State Apparatus” from 1970, and the relationship she maintains in her reading with the Freud’s concept of repression and the Lacanian “symbolic order”. My central hypothesis is that it is the Foucauldian reading of Freud and Lacan, begun early in 1990 with Gender Trouble, that guides Butler in his interpretation of the Althusserian (...) concept of interpellation understood almost exclusively from the perspective of the “hailing” example that Althusser provides in his essay from 1970. This leads Butler to a reading that I characterize here as biographical—for its obscene reliance on a particular episode in Althusser’s life: the murder of Helène Rytman—and anti-Cartesian, insofar as it attempts reading the ideological readiness of the subject as something beyond the split of the cogito, and materially effected by an ontological repetition. The problem with Judith Butler's concept of repression is its unappealable juridical nature—which is paradoxical for an erudite reader of Michel Foucault—insofar as the agent of repression appears as analogous to the State and therefore it results assimilable with rebellions “melancholic” subjectivity. This conflation of the psychological and the social is conducive to some mass psychologism, which forgets Althusser’s debt to Lacan when elaborating his theory of ideology. I proceed to investigate the origins of this theory in the text “Three Notes on the Theory of Discourses” (1968) and in the recently published Que faire (2018). My tentative conclusion is that there is an idea of supplementary violence (in the Lacanian sense of plus-de-jouir) constitutive of the unconscious in Althusserian theory of ideology that cannot be overlooked, and that is linked to his reading of Freud. (shrink)

Discussions about the extended mind have ‘extended’ in various directions in the last decades. While applied to other aspects of human cognition and even consciousness, the extended-mind hypothesis has also been criticized, as it questions fundamental ideas such as the image of a dual world, divided between an external and an internal domain by the border of ‘skin and skull’, the idea of a localized and constant decision center, and the role of internal representations. We suggest that the main virtue (...) of the hypothesis is not as a theory per se, but as a vaccine against persistent metaphysical prejudices about the mind’s structure, functions and borders. Being an hypothesis about the most efficient ways to combine resources and problems, and not a theory about the mind’s a-priori constitution, the extended mind view moves the focus from ontology to pragmatics and helps purify philosophy of mind from metaphysical remainders. (shrink)

There’s a common line of reasoning which supposes that the phenomenal unity of conscious experience is grounded in a mind-like simple subject. To the contrary, Mādhyamika Buddhist philosophers like Śrīgupta (seventh–eighth century) argue that any kind of mental simple is incoherent and thus metaphysically impossible. Lacking any unifying principle, the phenomenal unity of conscious experience is instead an unfounded illusion. In this paper, I present an analysis of Śrīgupta’s "neither-one-nor-many argument" against mental simples and show how his line of reasoning (...) is driven by a set of implicit questions concerning the nature of and relation between consciousness and its intentional object. These questions not only set the agenda for centuries of intra-Buddhist debate on the topic, but they are also questions to which any defender of unified consciousness or a simple subject of experience arguably owes responses. (shrink)

Canonical defenders of the principle of sufficient reason (PSR), such as Leibniz and Spinoza, are metaphysical foundationalists of one stripe or another. This is curious since the PSR—which says that everything has a ground, cause, or explanation—in effect, denies fundamental entities. In this paper, I explore the apparent inconsistency between metaphysical foundationalism and approaches to metaphysical system building that are driven by a commitment to the PSR. I do so by analyzing how Indian Buddhist philosophers arrive at foundationalist and (...) class='Hi'>anti-foundationalist positions motivated by implicit commitments to different versions of the PSR. I begin by introducing the Buddhist principle of dependent origination (pratītyasamutpāda) as a proto-PSR that is restricted to causal explanation. Next, I show how Vasubandhu’s Sautrāntika Abhidharma metaphysics is shaped by a qualified commitment to both causal and metaphysical grounding versions of the PSR. I then reveal how Nāgārjuna’s Madhyamaka metaphysics is driven by an unrestricted and exceptionless commitment to causal and metaphysical grounding versions of the PSR. Finally, I consider how Nāgārjuna’s account may put him in a unique position to respond to a common contemporary objection to the PSR from necessitarianism. I conclude by addressing a competing interpretation on which Nāgārjuna is best understood as an anti-rationalist rather than an uber-rationalist, as I characterize him. (shrink)

According to Madhyamaka Buddhist philosophers, everything depends for its existence on something else. But what would a world devoid of fundamentalia look like? In this paper, I argue that the anti-foundationalist “neither-one-nor-many argument” of the Indian Mādhyamika Śrīgupta commits him to a position I call “metaphysical indefinitism.” I demonstrate how this view follows from Śrīgupta’s rejection of mereological simples and ontologically independent being, when understood in light of his account of conventional reality. Contra recent claims in the secondary literature, (...) I clarify how the Madhyamaka metaphysical dependence structure is not a straightforward infinitism since it does not honor strict asymmetry or transitivity. Instead, its dependence relations are irreflexive and extendable, admitting of dependence chains of indefinite (though not actually infinite) length and dependence loops of non-zero length. Yet, the flexible ontology of Śrīgupta's Madhyamaka can accommodate a contextualist account of asymmetry and support a revisable theory of conventional truth, delivering significant payoffs for the view, including the capacity to accommodate developments in scientific explanation. (shrink)

Dharmakīrti’s (c. seventh century) Examination of Relations (Sambandhaparīkṣā) is unique in the Indian Buddhist canon for its being the only extant root text devoted entirely to the topic of the ontological status of relations. But the core thesis of this treatise—that relations are only nominally real—is in prima facie tension with another claim that is central to Dharmakīrti’s epistemology: that there exists some kind of “natural relation” (svabhāvapratibandha) that reliably underwrites inferences. Understanding how Dharmakīrti can consistently rely on natural relations (...) to prop up his presentation of inferential reasoning while at the same time advancing an anti-realist account of relations is critical for making sense of his system of logic and epistemology, which came to be nearly universally adopted in Tibetan Buddhism cutting across traditions. Chomden Rikpé Reldri (1227–1305), who was perhaps the most prolific commentator on logic and epistemology in the history of Tibetan philosophy, composed two texts commenting on the Examination of Relations, neither of which have received any scholarly attention to date. In this paper, I provide an introduction to Chomden Reldri’s two commentaries and consider how they may illuminate Dharmakīrti’s text and also what they reveal about the understanding of Dharmakīrti’s account of relations in early Tibetan scholasticism. I then present a translation of Dharmakīrti’s Examination of Relations together with Chomden Reldri’s commentary, Annotations and Topical Outline of the Examination of Relations (’Brel pa brtag pa’i mchan dang sa bcad gnyis). (shrink)

Heidegger's philosophical project is generally seen as atheoretical and anti-logical because he remarked on the subjective conditions of knowledge and the everydayness of human behaviors. To him, Dasein's everyday reasoning is coercively and inevitably framed by the present-at-hand modes of understanding. Heidegger alerts us about the possible origins of present-at-hand modes of everyday experience. One of them is Das Man that, is associated with a categorical otherness for Heidegger. It can be regarded as an origin of the primordial scheme (...) of experiences for Dasein that takes those experiences for granted as an axiological ground for their lives in the World. Heidegger sees that process as an inauthentic condition for Dasein's fundamental character. Everyday reasoning generates a variety of present-at-hand instruments to understand and interpret the World and Dasein itself; thus, Dasein moves between Das Man and authentic modes. With a Heideggerian approach, this article observes how the characters in the film Druk take themselves out of Das Man and go into the authentic mode and how they do this through alcohol. The primary data source is Druk and the four teacher characters in the film. In the movie, alcohol is not a ready- to-hand object but a tool motivating its users and pushing them to perform. It is an example equivalent to the Heideggerian analogy of the hammer. The movie is a well-fitting example of the Heideggerian position with the story of four teachers who experiment with having a certain amount of alcohol in their blood to achieve a better version of themselves. (shrink)

Until recently, the economic history of pre-colonial Africa was replete with uncomplimentary theories and from scholars of different disciplines. The belief was that the economy was subsistent, uniform, unchanging and very uninteresting. These theorists believed that the dominant agricultural sector was virtually immobilized by a combination of primitive technology, like communal land tenure and extended family, while the development of key entrepreneurial groups was inhibited by the prevalence of an anti-capitalist value system. The historical analytical method was adopted in (...) this research. The theories portrayed pre-colonial Africans as people that lacked the capacity to progress even though they lived in a rich environment. It was believed that it was not until the advent of the Europeans that positive changes were recorded. However, contrary to these theories, the Ibibio pre-colonial economy was premised on agriculture, complemented by trade and the existence of local industries. Thus, their pre-colonial economy was more coordinated, complex and diversified than the Eurocentric writers opined. The success recorded in this direction was activated by economic diplomacy which the Ibibio had practiced in the pre-colonial period. Issues relating to the economy were properly managed through the adoption of various relevant methods and strategies. Since the economy of a people operates in the society and remains fundamental to the survival of such society with the capacity to influence the political and other institutional decisions, economic diplomacy triggered holistic development in Ibibioland. Based on these, it recommended that present day Ibibio economy should not be totally divorced from these fundamental variables if the Ibibio are to be economically relevant in present day Nigeria. (shrink)

In this article I examine how a teleological (or purposive) reading of Spinoza’s conatus shapes the ethical framework of his philosophy. I first introduce Spinoza’s criticism of teleology and argue contra many critics that Spinoza has a mild approach to human teleology. On the basis of this idea, I develop the claim that the human conatus includes purposive elements such that it is envisioned as a purposive being that is oriented towards the adequate knowledge of Nature or God, the conceptions (...) of wisdom, love and joy and the notion of an ideal human nature. From the teleological reading of human conatus, I draw the conclusion that Spinoza’s ethics is inclusive of objective, humanistic, and essentialist elements in the sense that it situates human agents as directed towards ethical ends to be pursued through their conative activity. In this sense, throughout this paper, I take issue with the anti-teleological reading of conatus that is predominantly related to the subjectivistic, anti-humanistic, and non-essentialist interpretation of Spinoza’s ethics. In doing so, I argue that Spinoza’s ethics is not entirely free from objective, humanistic and essentialist elements, by putting a particular emphasis on the distinguishing character of the purposive essence of his human conatus. (shrink)

Christian Munthe, David Fumagalli and Erik Malmqvist argue that well-known healthcare resource allocation principles, such as need, prognosis, equal treatment and cost-effectiveness, should be supplemented with a principle of sustainability.1 Employing such a principle would entail that the allocation of healthcare resources should take into account whether a specific allocation causes negative dynamics, which would limit the amount of resources available in the future. As examples of allocation decisions, which may have such negative dynamics, they mention those who cause a (...) lack of vaccines, anti-bioethics resistance and drug shortages. Thus, the overall thought is that we can spend and allocate healthcare resources in a certain way at t1, which means that we will have fewer resources available at a later point, t2. The authors argue that we should include a principle of sustainability to justify allocations, which avoids or diminishes the negative dynamics. The authors argue that existing principles cannot sufficiently include proper regard for how our current decisions affect future allocation decisions and, therefore, the people who need healthcare resources in the future. I am sympathetic to the developed argument and believe that the authors are correct that negative dynamics provide reasons to take our ability to meet future health needs …. (shrink)

Research suggests that interventions involving extensive training or counterconditioning can reduce implicit prejudice and stereotyping, and even susceptibility to stereotype threat. This research is widely cited as providing an “existence proof” that certain entrenched social attitudes are capable of change, but is summarily dismissed—by philosophers, psychologists, and activists alike—as lacking direct, practical import for the broader struggle against prejudice, discrimination, and inequality. Criticisms of these “debiasing” procedures fall into three categories: concerns about empirical efficacy, about practical feasibility, and about the (...) failure to appreciate the underlying structural-institutional nature of discrimination. I reply to these criticisms of debiasing, and argue that a comprehensive strategy for combating prejudice and discrimination should include a central role for training our biases away. (shrink)

Thick concepts, namely those concepts that describe and evaluate simultaneously, present a challenge to science. Since science does not have a monopoly on value judgments, what is responsible research involving such concepts? Using measurement of wellbeing as an example, we first present the options open to researchers wishing to study phenomena denoted by such concepts. We argue that while it is possible to treat these concepts as technical terms, or to make the relevant value judgment in-house, the responsible thing to (...) do, especially in the context of public policy, is to make this value judgment through a legitimate political process that includes all the stakeholders of this research. We then develop a participatory model of measurement based on the ideal of co-production. To show that this model is feasible and realistic, we illustrate it with a case study of co-production of a concept of thriving conducted by the authors in collaboration with a UK anti-poverty charity Turn2us. (shrink)

I define two metaphysical positions that anti-physicalists can take in response to Jonathan Schaffer’s ground functionalism. Ground functionalism is a version of physicalism where explanatory gaps are everywhere. If ground functionalism is true, arguments against physicalism based on the explanatory gap between the physical and experiential facts fail. In response, first, I argue that some anti-physicalists are already safe from Schaffer’s challenge. These anti-physicalists reject an underlying assumption of ground functionalism: the assumption that macrophysical entities are something (...) over and above the fundamental entities. I call their position “lightweight anti-physicalism.” Second, I go on to argue that even if anti-physicalists accept Schaffer’s underlying assumption, they can still argue that the consciousness explanatory gap is especially mysterious and thus requires a special explanation. I call the resulting position “heavyweight anti-physicalism.” In both cases, the consciousness explanatory gap is a good way to argue against physicalism. (shrink)

I review Shlomi Segall's book 'Why Inequality Matters'. I argue that it conclusively establishes that alongside egalitarians, prioritarians and sufficientarians must sometimes regard a prospect as better (in at least one respect) when it is not better (in terms of well-being) for anyone. Sufficientarians and prioritarians must therefore relinquish a treasured anti-egalitarian argument. It also makes a powerful case that among these three views, egalitarians are in the best position to explain such departures from what is in each person’s (...) prudential interest. For egalitarians can point to the natural idea that it is unfair when, due to pure chance, some fare much better than others. By contrast, it remains unclear what value, if any, sufficientarians or prioritarians can appeal to in order to justify their departures from what best promotes people’s well-being. (shrink)

This paper has a dual character, combining a philosophical ontological exploration with a conceptual modeling approach in systems and software engineering. Such duality is already practiced in software engineering, in which the current dominant modeling thesis is object orientation. This work embraces an anti-thesis that centers solely on the process rather than emphasizing the object. The approach is called occurrence-only modeling, in which an occurrence means an event or process where a process is defined as an orchestrated net of (...) events that form a semantical whole. In contrast to object orientation, in this occurrence-only modeling objects are nothing more than long events. We apply this paradigm to (1) a UML/BPMN inventory system in simulation engineering and (2) an event-based system that represents medical occurrences that occur on a timeline. The aim of such a venture is to enhance the field of conceptual modeling by adding yet a new alternative methodology and clarifying differences among approaches. Conceptual modeling’s importance has been recognized in many research areas. An active research community in simulation engineering demonstrates the growing interest in conceptual modeling. In the clinical domains, temporal information elucidates the occurrence of medical events (e.g., visits, laboratory tests). These applications give an opportunity to propose a new approach that includes (a) a Stoic ontology that has two types of being, existence and subsistence; (b) Thinging machines that limit activities to five generic actions; and (c) Lupascian logic, which handles negative events. With such a study, we aim to substantiate the assertion that the “occurrence only” approach is a genuine philosophical base for conceptual modeling. The results in this paper seem to support such a claim. (shrink)

Drawing from the "anti-philosophies" of Nietzsche and Wittgenstein, and deploying a methodology which synthesizes critical theory with evolutionary psychology and contemporary cognitive science, our analysis demonstrates: 1. Justifications, in any context, are oriented towards social manipulation and bear no relation to any "cognitive processes." 2. The role of logic is overstated, both with regards to our justifications, and also our cognition. 3. Truth and falsity are socio-linguistic functions which have no bearing on any "objective reality." Insofar as these claims (...) are correct, the methods and aims (both normative and descriptive) of "classical epistemology" are invalidated. We offer up a proposal as to what a more useful/meaningful epistemology might look like, exploring how such a reformulation might affect conceptions of "knowledge" and "rationality.". (shrink)

Se buscará mostrar que las críticas de Berkeley son pertinentes al mostrar que Newton utiliza una justificación que se bása en: 1) La experiecia sensible y 2)En una noción de Dios como poder activo. Con respecto a 1) si bien se puede justificar un método con la experiencia sensible, este no dejara este ámbito y no es posible pasar a las matemáticas con este metodo. Con respecto a 2) Dios es una fuente de justificación posbile para la época, sin embargo (...) en Newton se convierte en un poder activo que se contrapone a otras fomas de entender a Dios como garante de las leyes, más no como un poder que intervenga en el mundo. (shrink)

The main purpose of this paper is to refute the metaphysicians ‘methodological continuation’ argument supporting epistemic realism in metaphysics. This argument aims to show that scientific realists have to accept that metaphysics is as rationally justified as science given that they both employ inference to the best explanation, i.e. that metaphysics and science are methodologically continuous. I argue that the reasons given by scientific realists as to why inference to the best explanation is reliable in science do not constitute a (...) reason to believe that it is reliable in metaphysics. The justification of IBE in science and the justification of IBE in metaphysics are two distinct issues with only superficial similarities, and one cannot rely on one for the other. This becomes especially clear when one analyses the debate about the legitimacy of IBE that has taken place between realists and empiricists. The metaphysician seeking to piggyback on the realist defense of IBE in science by the methodological continuation argument presupposes that the defense is straightforwardly applicable to metaphysics. I will argue that it is, in fact, not. The favoured defenses of IBE in scientific realism make extensive use of empirical considerations, predictive power and inductive evidence, all of which are paradigmatically absent in the metaphysical context. Furthermore, I argue that the metaphysician, even if the realist would concede to the methodological continuation argument, fails to offer any agreed upon conclusions resulting from its application in metaphysics. As a result, the scientific realist is not committed to believing that there is metaphysical knowledge. (shrink)

The author contends that classifying theories in the field of meta-ethics along a single dimension misses important nuances in each theory. With the increased sophistication and complexity of meta-ethical analyses in the modern era, the traditional cognitivist–non-cognitivist and realist–anti-realist categories no longer function adequately. The author categorizes the various meta-ethical theories along three dimensions. These dimensions focus on the linguistic analysis offered by each theory, its metaphysical commitments and its degree of normative tolerance.

This article goes behind stereotypes of Muslim veiling to ask after the representational structure underlying these images. I examine the public debate leading to the 2004 French law banning conspicuous religious signs in schools and French colonial attitudes to veiling in Algeria, in conjunction with discourses on the veil that have arisen in other western contexts. My argument is that western perceptions and representations of veiled Muslim women are not simply about Muslim women themselves. Rather than representing Muslim women, these (...) images fulfill a different function: they provide the negative mirror in which western constructions of identity and gender can be positively reflected. It is by means of the projection of gender oppression onto Islam, and its naturalization to the bodies of veiled women, that such mirroring takes place. This constitutes, I argue, a form of racialization. Drawing on the work of Fanon, Merleau-Ponty and Alcoff, I offer a phenomenological analysis of this racializing vision. What is at stake is a form of cultural racism that functions in the guise of anti-sexist and feminist liberatory discourse, at once posing a dilemma to feminists and concealing its racializing logic. (shrink)

According to the Disjunction Problem, teleological theories of perceptual content are unable to explain why it is that a subject represents an F when an F causes the perception and not the disjunction F v G, given that the subject has mistaken G’s for F’s in the past. Without an adequate explanation these theories are stuck without an account of how non-veridical representation is possible, which would be an unsettling result. In this paper I defend Burge’s teleological theory of perception (...) against the Disjunction Problem, arguing that a perceptual state’s representing what I call an error-prohibiting disjunctive property is incompatible with the truth of perceptual anti-individualism. And because perceptual anti-individualism is at the heart of Burge’s theory, I conclude that Burgeans need not be concerned with the Disjunction Problem. (shrink)

: Phenomenal knowledge usually comes from experience. But it need not. For example, one could know what it’s like to see red without seeing red—indeed, without having any color experiences. Daniel Dennett (2007) and Pete Mandik (forthcoming) argue that this and related considerations undermine the knowledge argument against physicalism. If they are right, then this is not only a problem for anti‐physicalists. Their argument threatens to undermine any version of phenomenal realism— the view that there are phenomenal properties, or (...) qualia, that are not conceptually reducible to physical or functional properties. I will argue that this threat is illusory. Explaining why will clarify what is and is not at issue in discussions of the knowledge argument and phenomenal realism. This will strengthen the case for physically and functionally irreducible qualia. 2 Phenomenal knowledge usually comes from experience. For example, I know what it’s like to see red because I have done so. Does knowing what it’s like to have an experience with phenomenal character X require having an experience with X? No. A famous counterexample is Hume’s missing shade of blue, in which one can extrapolate from phenomenally similar experiences (A Treatise of Human Nature, Bk. I, Pt. I, Sec. I).1 One might think that a weaker version of the no‐phenomenal‐knowledge‐without‐experience thesis remains tenable, e.g., that knowing what it’s like to see in color requires having or having had color experiences. But this thesis also seems doubtful. Peter Unger (1966) devised plausible counterexamples over four decades ago, and since then others (e.g., Lewis 1988, Alter 1998, Stoljar 2005) have done the same. One could have phenomenal knowledge of color experiences without having such experiences. Indeed, one could have such knowledge without having experiences that are remotely like color experiences. What is the significance of this observation for contemporary debates about consciousness and physicalism? Daniel Dennett (2007) and Pete Mandik (forthcoming) suggest that it undermines the knowledge argument against physicalism.2 That is because they take the claim that someone who has never seen in color could not know what it’s like to see in color to be the basis of the knowledge argument’s main epistemic premise: the premise that (roughly put) 3 no amount of physical knowledge is sufficient for phenomenal knowledge of color experiences. If they are right, then this is not only a problem for anti‐ physicalists. Many physicalists (e.g., Loar 1990/97, Papineau 2002, 2007) accept the knowledge argument’s epistemic premise. Dennett’s and Mandik’s arguments threaten all versions of what David Chalmers (2003) calls phenomenal realism, the view that there are phenomenal properties, or qualia, that are not conceptually reducible to physical or functional properties.3 I will argue that this threat is illusory. Explaining why will clarify what is and is not at issue in discussions of the knowledge argument and phenomenal realism. The net result will be to strengthen the case for physically inexplicable qualia. (shrink)

According to epistemic internalism, the only facts that determine the justificational status of a belief are facts about the subject’s own mental states, like beliefs and experiences. Externalists instead hold that certain external facts, such as facts about the world or the reliability of a belief-producing mechanism, affect a belief’s justificational status. Some internalists argue that considerations about evil demon victims and brains in vats provide excellent reason to reject externalism: because these subjects are placed in epistemically unfavorable settings, externalism (...) seems unable to account for the strong intuition that these subjects’ beliefs are nonetheless justified. I think these considerations do not at all help the internalist cause. I argue that by appealing to the anti-individualistic nature of perception, it can be shown that skeptical scenarios provide no reason to prefer internalism to externalism. (shrink)