Se analiza el extraordinario impacto que tuvo el llamado “descubrimiento” sobre los valores de las culturas que en suelo americano se encontraron, la manera en que el acontecimiento transformó radicalmente esas culturas y, en el caso de los pueblos de lo que después sería América Latina, el sometimiento cultural que ello representó, dando lugar, entre otras muchas cosas, al principal problema axiológico que desde entonces tienen los pueblos latinoamericanos: el dilema entre los supuestos valores universales y los propios.

En este trabajo se comparan dos representaciones en competencia sobre el origen de la bioética para llamar la atención sobre un posible cambio de marco teórico dentro de la disciplina. Por un lado, una representación parroquiana del origen de la bioética, centrada en problemas tecnológicos locales, y fundamentada en tradiciones culturales particulares. Por otro lado, una representación universal y pluralista, que enfrenta problemas de justicia y salud globales y que intenta buscar el fundamento normativo del discurso de (...) la bioética en los derechos humanos. Luego de compararlas, desarrollo algunas razones para mostrar por qué las relaciones entre bioética y derechos humanos están sólidamente justificadas. Por último, planteo dos observaciones críticas que deberían tenerse en cuenta al pensar la relación entre bioética y derechos humanos. (shrink)

En este trabajo se comparan dos representaciones en competencia sobre el origen de la bioética para llamar la atención sobre un posible cambio de marco teórico dentro de la disciplina. Por un lado, una representación parroquiana del origen de la bioética, centrada en problemas tecnológicos locales, y fundamentada en tradiciones culturales particulares. Por otro lado, una representación universal y pluralista, que enfrenta problemas de justicia y salud globales y que intenta buscar el fundamento normativo del discurso de (...) la bioética en los derechos humanos. Luego de compararlas, desarrollo algunas razones para mostrar por qué las relaciones entre bioética y derechos humanos están sólidamente justificadas. Por último, planteo dos observaciones críticas que deberían tenerse en cuenta al pensar la relación entre bioética y derechos humanos. (shrink)

La conciencia falogocéntrica se funda en el a priori incondicional de carácter ético-metafísico que sostiene la criminalización universal del ser como efecto de una culpa o caída original. Nacer supone para esta conciencia un pecado y la realidad material representa para ella un lugar de exilio, extrañeza y alienación. Sin embargo, cuando uno retrocede sobre la protohistoria de la conciencia humana, sorprende la determinación de integridad y sacralidad que el pensamiento primitivo le atribuye a lo real. Para la conciencia (...) primitiva, la realidad nace en el parto de un seno infinito que la alimenta, cobija y bendice sus propios frutos. En lo que sigue, intentaremos remontarnos a la protohistoria de esta conciencia a fin de reconsiderar las condiciones de posibilidad de la inocencia metafísica y ética, o bien, el modo de ser de la inocencia original. (shrink)

Explanation of how the universe originated from nothing in the form of movement, how everything dynamically expands without end and in a synchronized manner, what is gravity, what is time and what is the universe.

Intentar explicar el origen, evolución y violación de un tabú considerado casi universal en las sociedades humanas no es una empresa sencilla dado su carácter polifacético; sin embargo, ello no ha impedido que en muchos ordenamientos jurídicos sea empleado ese sentimiento de repulsión o asco como un elemento para criminalizar una relación sexual aparentemente ofensiva. El artículo sostiene que el matrimonio es la única forma en que las prácticas sexuales entre parientes en condición de igualdad pueden tener lugar. (...) Para ello: I. Presentaremos algunas teorías que ofrecen respuestas a las incógnitas en torno al tabú, II. Veremos por qué para Kant el incesto es un crimina carnis contra naturam en un caso, y secundum naturam en el otro. III. Examinaremos qué es el matrimonio para el filósofo y por qué constituye un ideal regulativo-práctico de las relaciones sexuales humanas. Por último, consideramos argumentos en contra de esta propuesta. (shrink)

The article works out the thesis that to the excessive desire of the powerful for the absolute appropriation/domination it is opposed a not less excessive and absolute desire from people in order not to be appropriated/dominated: two desires of a distinct nature which are neither the desire for the same things nor the desire for different things, but desires in which the act of desiring is different. Taking into account that each desire aims at its absolute effectiveness, each one of (...) them tries to impose itself universally becoming doubly absolute: for one side it is inclined to the absolute domination (the powerful) or to the plain liberty (the people); for the other side, tries to impose itself to the whole political body. Each desire is only sustained by its heterogeneous desire. Each one pursues its own purposes whose realization will be the ruin of all collective life. Good institutions and good laws ensure liberty as long as they are capable to prevent the powerful or the people to consummate its desire or abandon its own desire to assume the other’s. However, having inscribed the order of law in the disorder of dissent, Machiavelli discarded the idea of an institutional order as a defi nitive solution to the disorder of dissent. Consequently, no law or institution is able to defi nitively resist the risk of corruption. This requires a periodic return to the origins: the experience of the constitutive moment of the original violence which, exposing men to risks, restores the initial reputation and strength of States and institutions. -/- O artigo parte da enunciação da tese de que ao desejo desmesurado dos grandes pela apropriação/dominação absoluta opõe-se um desejo não menos desmesurado e absoluto do povo de não sê-lo: dois desejos de natureza diferente que não são nem o desejo das mesmas coisas nem desejo de coisas diferentes, mas desejos cujo ato de desejar é diferente. Considerando que cada desejo visa sua efetividade absoluta, cada um tenta se impor universalmente tornando-se duplamente absoluto: por um lado, tende à dominação total (os grandes) ou à liberdade plena (o povo); por outro, tenta se impor ao conjunto do corpo político. Cada desejo somente se sustenta do desejo que lhe é heterogêneo. Cada um persegue uma fi nalidade própria cuja realização plena será a ruína de toda vida coletiva. Boas instituições e boas leis asseguram a liberdade na medida em que forem capazes de impedir que grandes ou povo consumam seu desejo ou que abandonem seu desejo próprio para assumir o do outro. Contudo, ao inscrever a ordem da lei na desordem dos dissensos, Maquiavel descartou a ideia de uma ordem institucional como solução defi nitiva da desordem dos dissensos. Consequentemente, nenhuma lei ou instituição é capaz de resistir defi nitivamente ao risco da corrupção. Isso obriga ao retorno periódico às origens: a experiência do momento constitutivo da violência originária que, expondo os homens ao risco, restaura o prestígio e vigor iniciais de Estados e instituições. (shrink)

Partiendo de la interrogante presentada por Charles Darwin en referencia a cómo un comportamiento carente de valor evolutivo, como parecía ser el musical, podía sin embargo ser universal, se intenta indagar en los afectos que el comportamiento musical aporta al humano, para así valorar su utilidad evolutiva. Proponemos la ritmicidad, inducida por el bipedismo, como base de partida, la cual da lugar a comportamientos que utilizan lo musical para fortalecer las relaciones intersubjetivas. Son los orígenes del comportamiento musical sobre (...) lo que tratamos, a modo de introducción para una posterior inmersión en un asunto más complejo: la esencia de las músicas. (shrink)

SOCIOLOGIA DO TRABALHO: O TRABALHO E A SUA EVOLUÇÃO CONCEITUAL AO LONGO DA HISTÓRIA – SOBRE A DEFINIÇÃO DE TRABALHO -/- -/- SOCIOLOGY OF WORK: WORK AND ITS CONCEPTUAL EVOLUTION THROUGH HISTORY – ON THE DEFINITION OF WORK -/- -/- Emanuel Isaque Cordeiro da Silva – IFPE-BJ, CAP-UFPE e UFRPE. E-mails: [email protected] e [email protected]. WhatsApp: (82)98143-8399. -/- -/- RESUMO -/- Começamos, diminuto, com uma análise da complexidade do conceito de “trabalho”. Apresento ao leitor as várias interpretações que o mesmo termo (...) obteve ante as mais diversas culturas. Para essa análise, gozamos de elementos da história e da filosofia do trabalho, tendo como objetivo supremo, culminar numa perspectiva genérica e integral o suficiente para a compreensão dos mais variados trabalhos humanos existentes na história da humanidade e, com isso, sugerir um novo olhar para a sociologia do trabalho, deixando de lado, juntamente com outras disciplinas científicas, um conceito vago, defasado e reduzido, bem como sem potencialidade para o futuro do trabalho, como um trabalho formal e primordialmente assalariado. -/- Palavras-chave: Conceito, Trabalho; História; Definição. -/- ABSTRACT -/- We begin, diminutive, with an analysis of the complexity of the concept of “”work. I present to the reader the various interpretations that the same term has obtained before the most diverse cultures. For this analysis, we enjoy elements of the history and philosophy of work, having as supreme objective, to culminate in a generic and integral perspective sufficient for the understanding of the most varied human works existing in the history of mankind and, thus, to suggest a new look at the sociology of work, leaving aside, together with other scientific disciplines, a vague, laggard and reduced concept, as well as without potentiality for the future of work, as a formal and primarily salaried work. -/- Keywords: Concept; Work; History; Definition. -/- -/- BASES TEMÁTICAS DESSE TRABALHO -/-  O trabalho é um conceito construído socialmente; -/-  A modernidade trouxe consigo mudanças significativas quanto à valorização do trabalho; -/-  A origem dos mercados de trabalho, juntamente com o surgimento do capitalismo, minimizaram o trabalho como um mero emprego assalariado; -/-  O trabalho, no entanto, apresenta múltiplas manifestações nas nossas sociedades. -/- -/- 1. SOBRE A DEFINIÇÃO DO TRABALHO -/- Gostaríamos de começar esse texto com uma introdução à definição de trabalho, uma questão de importância indiscutível, considerando o trabalho não apenas como o objeto de estudo da Sociologia do Trabalho, mas também como um tema de discussão contemporânea que obteve inúmeros conceitos de grandes autores ao longo da história, desde o trabalho como algo “escravista” ao homem, até a supervalorização do mesmo mediante ao homem. -/- O trabalho, nas palavras de Yves Simon (1903-1961) , é um daqueles termos que são precedidos por fatos da vida cotidiana do homem, que se escondem por trás do mistério do habitual ou usual. É um termo, portanto, que possui uma riqueza factual muito superior à qualquer definição que se pode concentrar. Santo Agostinho (354-430), referindo-se ao tempo, sabia o que era, mas se o perguntassem como defini-lo, apontou que não sabia como fazê-lo (“Si nemo ex me quaerat, scio; si quaerenti explicare velim, nescio”), traduzindo (“Se ninguém me perguntar, sei o que é; mas se quiser explicá-lo a quem me perguntar, não sei”). -/- Assim como Agostinho, algo parecido acontece conosco quando nos pedem para definir o trabalho. Assim como diria Werner Sombart (1863-1941), a palavra pode não ter um significado real, apesar de seu uso frequente. E é que o trabalho, como uma atividade criativa, faz parte da história humana desde sua gênese, há mais de 2 milhões de anos atrás, quando o homo habilis mostrou-se capaz de criar conscientemente e por si próprio (e não por mera carga genética como acontece com várias espécies animais) seus próprios instrumentos. -/- O supracitado Yves Simon, escolheu em seu texto mais representativo sobre o tema, uma maneira mais razoável de se definir o trabalho. Começou com o método de caso mais óbvio. Nesse sentido, mostrou que a ambivalência entre o trabalho manual e intelectual que o tempo parece não deixá-lo ir completamente, optara pelos “trabalhadores ao invés dos advogados, comerciantes ou homens de letras”. Essa ordem de prioridade não significa exclusão, mas sim graus de aceitação que considero fazer parte do critério ainda mantido por muitos a respeito do termo “trabalho”. -/- Nesse sentido, argumenta-se que o trabalho manual corresponde a sua ligação direta com a natureza física. O termo “direto” não ignora a mediação de máquinas e ferramentas, apenas comenta seu caráter relacional com a natureza. Logo, o trabalho significa a modificação de algo. -/- Entre as características desse trabalho, ao menos o manual, Simon ressalta que é uma atividade apenas transitória. Isso significa que o trabalho produz um efeito fora do agente que o executa. É o caso de um carpinteiro que age sobre a madeira para moldá-la e transformá-la em um bem de uso posterior como uma mesa, um banco, etc. -/- O mesmo autor ressalta que, se o efeito reside apenas no agente e não em um assunto externo, estaríamos enfrentado algo que chamaríamos de jogo, esporte, exercício ou mesmo a “imitação do trabalho”. -/- Por outro lado, o trabalho é uma atividade útil, isto é, propício para produzir um bem que seja útil e desejável por alguém. Finalmente, a racionalidade é um elemento que distingue o trabalho dos homens em relação com os animais. Essa ideia remonta com Hume (1711-1776), que insistia que o trabalho distingue os homens dos animais. Essa visão também será desenvolvida com Marx (1818-1883), que reproduzimos mediante uma célebre passagem do primeiro livro de O Capital. -/- [...] Pressupomos o trabalho numa forma em que pertence exclusivamente ao homem. Uma aranha executa operações semelhantes às do tecelão, e a abelha envergonha mais de um arquiteto humano com a construção dos favos de suas colmeias. Mas o que distingue, de antemão, o pior arquiteto da melhor abelha é que ele construiu o favo em sua cabeça, antes de construí-lo em cera (MARX, 1996, p. 297/98). -/- Na tradição marxista, foi Engels (1820-1895) quem parou mais nesses questões. Em seu ensaio particular escrito em 1876 e intitulado “O papel do trabalho na transformação do macaco em homem”, sintetiza a ideia de que é o trabalho quem cria e faz o homem. -/- Passando para o trabalho intelectual, Simon ressalta que, na verdade, a medida em que contribui para o trabalho manual desenvolvido por outros, a atividade intelectual também poderá ser denominada de trabalho. Avançando nessa concepção do filósofo, posteriormente, ele aponta “para que uma atividade seja qualificada como trabalho, ela deve ser não apenas honesta mas, também, socialmente produtiva”. -/- Essa concepção de utilidade produtiva é a mais generalizada no momento de distinção do trabalho com demais atividades. Como exemplo, podemos citar Friedmann (1902-1977) que aponta que a utilidade é a primeira característica do trabalho humano. E ainda cita economistas como Colson (1853-1939). Ressalta ainda que “o trabalho é o meio pelo qual o homem exerce suas capacidades físicas e morais para a produção de riquezas ou serviços”. Por outro lado, o filósofo Bergson (1859-1941) escreveu que “o trabalho humano consiste em criar utilidade”. Não obstante, Friedmann se pergunta se a teleologia do trabalho é a única variável a ser tomada em conta para a construção da definição do conceito. Nesse sentido, ele aponta a necessidade de se incluir outros fatores relevantes para essa edificação do conceito, uma vez que os animais também “criam utilidade”. Logo, a distinção poderia estar presente no “marco de uma luta social contra a natureza”. Mediante isso, o trabalho seria “essencialmente através da técnica, a transformação que o homem faz da natureza que, por sua vez, reage ao homem modificando-a”. É a mesma visão marxista que fizemos referência anteriormente, segundo o qual o “trabalho é, em primeiro lugar, um processo entre o homem e a natureza, como o qual o homem regula, realiza e a controla por meio de suas ações, sua troca de assuntos com a natureza. Coloca em ação suas forças naturais que configuram sua corporeidade, seus braços e pernas, cabeça e mãos, para que desse modo, possa assimilar, sob uma forma útil à sua própria vida, os materiais que a natureza o proporciona. E ao mesmo tempo que age na natureza externa e a transforma, transforma também sua própria natureza, desenvolvendo, assim, as faculdades antes adormecidas em si”. Inteligentemente, Friedmann foi capaz de assegurar que, no mundo contemporâneo, tal definição é parcial, uma vez que, nem todas as atividades do homem são rurais e manufatureiras, onde a relação-transformação com a natureza é mais evidente. As atividades denominadas terciárias, segundo a tradicional tipologia de Colin Clark (1905-1989), e que ampliarei posteriormente no conceito de trabalho intelectual, também devem ser levadas em consideração. Nesse sentido, Friedmann ressalta que, no século XX, o homem no trabalho não é sempre e menos ainda, no sentido clássico do termo, um homo faber. -/- Todavia, isso força Friedmann a pensar em um conceito diferente de trabalho e, para isso, ele confia que “determinada imposição” é específica e o diferencia de outras atividades que não são trabalho. Dessa maneira, para um trabalho ser tal deverá ter uma quota indispensável de obrigações. -/- Tantas indagações e reflexões acerca do supracitado, nos obriga a perguntamo-nos: a pessoa “trabalha” apenas se for obrigada a fazê-lo? Os animais não trabalham/produzem? Em condições de alienação desenvolvida e, portanto, o homem desconhecendo o fim último do seu labor, não estamos lidando com um trabalho? Quem age sobre a natureza, afim de destruí-la logo, não lhe conferindo valor, está trabalhando? A dona de casa que não produz para o mercado de trabalho não está trabalhando? Todas essas perguntas, se respondidas, fariam menção a um conceito de trabalho que, sem dúvida, ainda não foi unanimemente construído pela humanidade. De fato, quando vemos culturas e povos distintos, notamos que eles lidaram com conceitos muito diferentes sobre o que é e o que não é trabalho. Mesmo dentro dessas culturas – incluindo a nossa- e aqueles tempos - incluindo o nosso -, podemos notar uma pluralidade de abordagens que obedece a perspectivas distintas e, por vezes, conflitantes. Acrescenta-se a isso que, hoje em dia, temos herdado muitos atributos do trabalho das culturas anteriores, o que torna nossa sociedade representada, sociologicamente, por um caldeirão de comportamentos e conceitualizações relacionados ao trabalho, o que dificulta a partir de critérios mais ou menos consensuais. Posteriormente, veremos quais são esses critérios e como eles evoluíram ao longo da história para alicerçar nossa perspectiva contemporânea acerca do trabalho. -/- Hannah Arendt (1906-1975), dado às dificuldades supracitadas, decidiu traçar a etimologia dos termos de trabalho em questão, em sua famosa obra A condição humana de 2007, em que aclara os termos e as distinções entre trabalho e labor. Etimologicamente temos o grego distinguindo a partir de ponein e ergazesthai; o Latim entre laborare e facere ou fabricare; o inglês com labor e work e, por fim, o alemão entre arbeiten e werken. Em todos eles, aponta Arendt, apenas os equivalentes de “trabalho” significam, sem infortúnio, sofrimento e infelicidade. O Arbeiten alemão foi aplicado somente para designar as atividades de campo exercida pelos servos e não ao trabalho dos artesãos, denominado Werken. Outros autores sinalam que em francês Travailler que tem uma substituição do termo “trabalho”, vem do “Tripalium” (do latim “Tripaliare”, uma espécie de instrumento de tortura usado na antiguidade para castigar os escravos). De qualquer forma, todos os supra conceitos não são aceitos por todos os etimologistas. -/- Essas distinções são eloquentes na medida em que reproduzem a visão de diferentes e inúmeras culturas em relação ao trabalho. Nesse sentido, seguindo o pensamento arendtiano, existe um conceito que faz menção à uma avaliação notadamente negativa, e é o que deu origem à conformação do termo “labor”. Por outro lado, a mesma etimologia distingue outro termo (a obra) que representa conotações positivas. O que distingue os dois termos e o que popularizou Locke quando se referiu ao “trabalho de nossos corpos e trabalho de nossas mãos”? A diferença está, de acordo com Arendt, em que o trabalho cria bens fúteis dedicados ao mero consumo promovendo assim, com o passar dos anos, uma sociedade de massas onde desaparecerá o trabalho dito bem feito, típico de artesãos, que criam objetos de uso durável ao longo do tempo, mediante um processo de fabricação e que, em nenhum momento, implica o tédio ou a alienação características de uma sociedade de massa. Os gregos, segundo a pensadora, e então vamos confirmar isso, nunca praticaram essa diferença: tanto o trabalho quanto o artesanato na antiguidade grega eram reservados para os escravos, uma vez que todas as obrigações tinham uma natureza servil. Estes se opuseram à contemplação de quaisquer tipos de atividades. Nos chama a atenção que em nossa sociedade, a partir da idade moderna, houve a inversão da perspectiva acerca do trabalho, isto é, houve uma “glorificação” do mesmo em que foi conferido uma elevação do animal laborans sobre o animal racional. A pensadora alemã ainda nos diz que em vez da distinção trabalho-labor, surge outras que devemos nos atentar, são a relação entre trabalho produtivo e improdutivo; entre trabalho qualificado e não qualificado e, finalmente, entre o já conhecido binômio do trabalho manual-intelectual. A primeira dessas distinções, a relação entre produtividade e improdutividade, foi a mais transcendente e primordial nas origens das ciências econômica e social. Adam Smith (1723-1790) e Karl Marx desprezaram o trabalho improdutivo a tal ponto de não considerar o mesmo como trabalho ao menos que enriquecesse o mundo. Essa distinção se aproxima do supracitado trabalho-labor do princípio. A elevação do trabalho produtivo, acima das visões antigas; é expressamente perceptível em alguns autores clássicos. É o que acontece com as contribuições do filósofo Marx, para quem o trabalho é uma fonte de produtividade (originada na energia humana não exaurida e que produz a mais-valia); com Smith, para quem o trabalho é uma fonte de riqueza; e com Locke, para qual o trabalho é fonte de propriedade. -/- Em relação ao trabalho qualificado e não qualificado, Arendt nos diz que não tem mais sentido na atualidade a sua discussão, uma vez que, esse praticamente desapareceu sob a influência das modernas tecnologias organizacionais. Logo, a distinção entre trabalho e labor estaria obsoleta e abandonada em favor do próprio trabalho. -/- A distinção entre trabalho manual e intelectual tornou-se amplamente interessante desde a perspectiva arendtiana. Com efeito, como cada ocupação deve mostrar sua utilidade para toda a sociedade em seu conjunto, e a utilidade da ocupação intelectual -diz Arendt- chega a ser mais que duvidosa quando confrontada com a glorificação do trabalho, seria mais que natural que os intelectuais quisessem conformar a população laboriosa, algo inimaginável entre os gregos. A isso se soma a demanda que o mundo contemporâneo faz do trabalho intelectual. -/- O pensamento revolucionário do século XX não era alheio a essa distinção. Haya de la Torre (1895-1979), um pensador e líder da oposição peruana do século XX, disse afirmando claramente uma leitura de classe que divide o trabalhador do explorador: -/- “A revolução está em uma distinção que todos podemos fazer por si só: há aqueles que vivem do seu próprio trabalho e há aqueles que vivem do trabalho dos outros. Todos, de acordo com sua consciência, poderá decidir a qual dessas duas classes pertence” (1924, pp. 24-25). (Tradução própria). -/- Se rastrearmos por uma linha histórica, no entanto, veremos como esse trabalho intelectual não foi considerado trabalho, uma vez que partiu do mundo do lazer e da contemplação entre os gregos. -/- Apenas com a “glorificação” do trabalho, antes supracitada, é que o “intelectual” assume uma perspectiva de ser considerado trabalho, não obstante, sob pena de ser considerado improdutivo em uma sociedade onde o valioso parece ser tudo aquilo que tem poder produtivo. -/- Posteriormente, traçaremos uma linha histórica sobre os conceitos e perspectivas acerca dos trabalhos manual e intelectual desde os gregos, passando pela “glorificação” na era moderna até os dias atuais. -/- -/- REFERENCIAL TEÓRICO -/- ARENDT, H. A condição humana. Trad. Roberto Raposo. Posfácio de Celso Lafer. 10ª ed. Rio de Janeiro: Forense Universitária, 2007. -/- AZEVEDO, G. C.; SERIACOPI, R. História geral e do Brasil. Vol. Único. 1ª ed. São Paulo: Ática, 2008. -/- BAVA, A. C. Introdução a sociologia do trabalho. 1ª ed. São Paulo: Ática, 1990. -/- BOMENY, H. et al. Tempos modernos, tempos de sociologia. 2ª ed. São Paulo: Editora do Brasil, 2013. -/- BRAICK, P. R.; MOTA, M. B. História: das cavernas ao terceiro milênio. 4ª ed. São Paulo: Moderna, 2016. -/- FRIEDMANN, G.; NAVILLE, P. Tratado de Sociologia do Trabalho. 1ª ed. São Paulo: Cultrix, 1973. -/- MACHADO, I. J. de R.; AMORIM, H. J. D.; BARROS, C. R. de. Sociologia hoje. 1ª ed. São Paulo: Ática, 2013. -/- MARX, K. O Capital: crítica da economia política. 1ª ed. São Paulo: Nova Cultural, 1996. Col. Os Economistas. -/- NOGUERA, J. A. El concepto de trabajo y la teoría social crítica. Barcelona: Papers, 2002. -/- OLIVEIRA, P. S. de. Introdução a sociologia. 24ª ed. São Paulo: Ática, 2001. -/- SIMÓN, Y. R. Work, society and culture. 1ª ed. Nova Iorque: Fordham University Press, 1971. -/- SILVA, A. et al. Sociologia em movimento. 2ª ed. São Paulo: Moderna, 2016. -/- TORRE, V. R. H. de la. Moral Revolucionaria. In: Bohemia azul, Lima, n° 7, 1924. -/- Estimule a criatividade, respeite o direito autoral. -/- Emanuel Isaque Cordeiro da Silva © 2019. (shrink)

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos). “Consciente de su patrimonio espiritual y moral, la Unión está fundada sobre los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en los principios de la democracia y del Estado de Derecho” (Preámbulo (...) de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión). Esos dos textos son unos entre tantos que ilustran cómo la dignidad humana se ha incorporado en distintos ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales para fundamentar los derechos humanos y el Estado de Derecho. También, la dignidad humana reaparece en numerosos debates contemporáneos y polémicos, tales como las biotecnologías, los derechos de los colectivos oprimidos, la igualdad de género, la autodeterminación individual, el derecho a la intimidad, la eutanasia, el aborto, y los derechos de los animales, para citar algunos casos. No obstante, la importancia jurídica y ética de este principio contrasta con una literatura que hasta ahora y en su mayoría, se limita o bien a criticar la (supuesta) vaguedad y abstracción de este concepto, o bien a fundamentarlo a partir de unas premisas religiosas. Esas dos aproximaciones han desafortunadamente presentado una imagen parcial e incluso errónea de la dignidad humana. El presente libro pretende al contrario definir de forma nítida este concepto, defendiendo que se puede detectar sus orígenes en el pensamiento filosófico clásico. Así, Platón, Aristóteles, Cicerón y Séneca son los cuatro filósofos cuyas ideas han permitido sentar las condiciones de posibilidad para el desarrollo moderno de la dignidad humana. Gracias a sus reflexiones respectivas sobre la condición humana, el valor del ser humano, la libertad y la racionalidad, para mencionar sólo algunos ejemplos, la dignidad humana ha podido incorporar los parámetros éticos de la modernidad occidental. (shrink)

Như thế, hôm nay chính là ngày đầu tiên bước sang tuổi lên 7 của ISR, mặc dù nếu đếm năm, thì đã sang năm thứ 7 kể từ 1-1-2023 rồi.

In this paper, I argue that there are universals. I begin (Sect. 1) by proposing a sufficient condition for a thing’s being a universal. I then argue (Sect. 2) that some truths exist necessarily. Finally, I argue (Sects. 3 and 4) that these truths are structured entities having constituents that meet the proposed sufficient condition for being universals.

In Posterior Analytics II 16-17, Aristotle seems to claim that there cannot be more than one explanans of the same scientific explanandum. However, this seems to be true only for “primary-universal” demonstrations, in which the major term belongs to the minor “in itself” and the middle term is coextensive with the extremes. If so, several explananda we would like to admit as truly scientific would be out of the scope of an Aristotelian science. The secondary literature has identified a (...) second problem in II 16-17: the middle term of a demonstration is sometimes taken as the definition of the minor term (the subject), other times as the definition (or the causal part of the definition) of the major (the demonstrable attribute). I shall argue that Aristotle’s solution to the first problem involves showing that certain problematic attributes, which appear to admit more than one explanation, actually fall into the privileged scenario of primary-universal demonstrations. In addition, his solution suggests a conciliatory way-out to our second problem (or so I shall argue): the existence of an attribute as a definable unity depends on its subject having the essence it has, which suggests that both the essence of subjects and the essence of demonstrable attributes can play explanatory roles in demonstrations. (shrink)

Both philosophers of perception and analytic metaphysicians apply the tropes/universals distinction when considering the ontological status of visual properties. One way of arguing in favor of the trope interpretation of visual properties is to claim that the way in which we visually experience properties makes it plausible to characterize them as tropes. In this paper, I argue for a different position, namely that the way in which we visually experience properties provides a serious challenge for the trope interpretation, but not (...) for an interpretation in terms of universals. More specifically, I claim that the trope interpretations of visual properties have problems accounting for the fact that ordinary, veridical visual experiences can present the properties of two objects as strictly similar. (shrink)

Structural universals are a kind of complex universal. They have been put to work in a variety of philosophical theories but are plagued with problems concerning their compositional nature. In this article, we will discuss the following questions. What are structural universals? Why believe in them? Can we give a consistent account of their compositional nature? What are the costs of doing so?

Universals appear to be as central in today's computational-based ontology as they were in medieval ontological investigations. As the author of a recent work on the history of universals (Pinzani, 2018), I was asked for a commentary on Augusto’s article “Bridging Mainstream and Formal Ontology” (Augusto, 2021), which aims at showing that medieval ontological investigations can be relevant for contemporary ontology engineering. In this commentary, I begin by saying something about my way of reading 12th-century logical literature and then offer (...) some modest considerations on the general theme addressed in Augusto's article. (shrink)

NOTA PRELIMINAR: o texto a seguir representa a versão ampliada (e corrigida conforme as indicações dos pareceristas) do artigo homônimo, publicado na revista Archai em 2014. Por algum problema técnico, acabou sendo publicada, na época, a primeira versão, sem as melhorias sugeridas pelos avaliadores. Eis, então, a versão ‘definitiva’ do artigo “Zenão e a impossibilidade da analogia”: -/- A reductio ad absurdum foi elevada por Zenão de Eléia a único método que permitiria vislumbrar a verdadeira realidade, invisível tanto aos sentidos (...) quanto à maneira de pensar comum. Mostrando uma certa continuidade com os filósofos anteriores, não só na busca de um procedimento para que a especulação pudesse avançar, como também na mesma rota de afastamento daquilo que é mais próximo, conhecido e particular (visível) em direção àquilo que é menos conhecido, distante e universal (invisível), para dizê-lo em termos aristotélicos, Zenão utilizou-se de argumentos aporéticos como único caminho possível para poder entrever o ‘reino do Ser’. Esse, com efeito, é invisível não somente aos nossos sentidos, como também ao nosso raciocínio ordinário. Eis que somente a ‘via do não-ser’, a única que poderia ser trilhada após Parménides, como diz Wolff, nos permite ter uma ideia, por quanto vaga, daquilo que é ‘verdadeiramente invisível’. Tão invisível ao ponto de ser inalcançável até mesmo pelo pensamento. (shrink)

We discuss a well-known puzzle about the lexicalization of logical operators in natural language, in particular connectives and quantifiers. Of the many logically possible operators, only few appear in the lexicon of natural languages: the connectives in English, for example, are conjunction _and_, disjunction _or_, and negated disjunction _nor_; the lexical quantifiers are _all, some_ and _no_. The logically possible nand (negated conjunction) and Nall (negated universal) are not expressed by lexical entries in English, nor in any natural language. (...) Moreover, the lexicalized operators are all upward or downward monotone, an observation known as the Monotonicity Universal. We propose a logical explanation of lexical gaps and of the Monotonicity Universal, based on the dynamic behaviour of connectives and quantifiers. We define update potentials for logical operators as procedures to modify the context, under the assumption that an update by \( \phi \) depends on the logical form of \( \phi \) and on the speech act performed: assertion or rejection. We conjecture that the adequacy of update potentials determines the limits of lexicalizability for logical operators in natural language. Finally, we show that on this framework the Monotonicity Universal follows from the logical properties of the updates that correspond to each operator. (shrink)

Presented here is an argument for the existence of universals. Like Church's translation- test argument, the argument turns on considerations from intensional logic. But whereas Church's argument turns on the fine-grained informational content of intensional sentences, this argument turns on the distinctive logical features of 'that'-clauses embedded within modal contexts. And unlike Church's argument, this argument applies against truth-conditions nominalism and also against conceptualism and in re realism. So if the argument is successful, it serves as a defense of full (...) ante rem realism. The argument emphasizes the need for a unified treatment of intensional statements -- modal statements as well as statements of assertion and belief. The larger philosophical moral will be that ante rem universals are uniquely suited to carry a certain kind of modal information. Linguistic entities, mind-dependent universals, and instance-dependent universals are incapable of serving that function. (shrink)

The Aristotelian view of universals, according to which each universal generically depends for its existence on its instantiations, has recently come under attack by a series of ground-theoretic arguments. The last such arguments, presented by Raven, promises to offer several significant improvements over its predecessors, such as avoiding commitment to the transitivity of ground and offering new reasons for the metaphysical priority of universals over their instantiations. In this paper, we argue that Raven's argument does not effectively avoid said (...) commitment and that Raven's new reasons fail. Moreover, we present a novel ground-theoretic interpretation of the Aristotelian view, referred to as strong immanence, and introduce a new argument against the Aristotelian view, intended to sidestep any commitment to the transitivity of ground. (shrink)

Scientific journal presented by Bogdan Khmelnitsky Melitopol State Pedagogical University, Ukraine, Melitopol. Main points: 1. Actual Problems of Modern Philosophy 2. Researches in Philosophy connected with natural components, sociological aspects and self - identity development.

Transnational, global trades, investments, and travels, amongst other drivers of globalization, helps to reverberate the deadly coronavirus pandemic from Wuhan, China, across the world like whirl fire. In order to contain the infectious spread of the pandemic, and mitigate its negative effects on macro-economic variables, the World Health Organization, (WHO) designed Covid-19 protocols that are being enforced by governments and people of the world. Based on the above account, the study examined the Second wave effect of Covid’19 pandemic on transportation (...) business: Keke-napep and Motorcycle transport systems in Asaba metropolis, Nigeria. The main objective is to empirically determine the real impact of the pandemic on rural land transport business. The study employed structured questionnaire and interview methods to generate data from the 250 respondents selected using the census sampling technique. Out of the 250 sets of questionnaires administered, 235 (94%) were retrieved while 15 (6%) were rejected. The statistical tools used for analyzing data were correlation and multiple regression techniques. Findings were that covid’19 pandemic negatively affected rural land transport business. The study concludes that, the coronavirus pandemic caused a contraction in transport business. It is therefore recommended that, there is a need for government to relax the stringent covid’19 protocols to allow economic activities to resume again. Campaigns on safety and hygiene should be intensified so that the populace will imbibe the culture of general cleanliness and personal hygiene, amongst others. (shrink)

This paper provides an axiomatic formalization of a theory of foundational relations between three categories of entities: individuals, universals, and collections. We deal with a variety of relations between entities in these categories, including the is-a relation among universals and the part-of relation among individuals as well as cross-category relations such as instance-of, member-of, and partition-of. We show that an adequate understanding of the formal properties of such relations – in particular their behavior with respect to time – is critical (...) for formal ontology. We provide examples to support this thesis from the domain of biomedicine. (shrink)

According to a well-known argument against dispositional essentialism, the nature of unmanifested token powers leaves dispositional essentialists with an objectionable commitment to the reality of non-existent entities. The idea is that, because unmanifested token powers are directed at their non-existent token manifestations, they require the reality of those manifestations. Arguably the most promising response to this argument works by claiming that, if properties are universals, dispositional directedness need only entail the reality of actually existing manifestation types. I argue that this (...) response fails, because no version of the response can adequately accommodate dispositions of the sort that follow from Coulomb’s law. This result both defeats an important argument that dispositional essentialists ought to be realists about universals and appears to leave dispositional essentialists with a problematic commitment to either non-relational connections or a Meinongian ontology. (shrink)

In the ontology of music the Aristotelian theory of musical works is the view that musical works are immanent universals. The Aristotelian theory (hereafter Musical Aristotelianism) is an attractive and serviceable hypothesis. However, it is overlooked as a genuine competitor to the more well-known theories of Musical Platonism and nominalism. Worse still, there is no detailed account in the literature of the nature of the universals that the Aristotelian identifies musical works with. In this paper, I argue that the best (...) version of Musical Aristotelianism identifies musical works with structural universals. I first motivate the view by outlining its explanatory benefits. I then argue that Musical Aristotelianism is preferable to Musical Platonism and present a novel account of musical works as structural universals by developing D. M. Armstrong’s theory of structural universals. I discuss the consequences of Musical Aristotelianism with respect to on-going issues in debates about musical works and defend the view against an influential objection, concluding that Musical Aristotelianism is a genuine competitor in debates about the nature of musical works. (shrink)

Gardeners, poets, lovers, and philosophers are all interested in the redness of roses; but only philosophers wonder how it is that two different roses can share the same property. Are red things red because they resemble each other? Or do they resemble each other because they are red? Since the 1970s philosophers have tended to favour the latter view, and held that a satisfactory account of properties must involve the postulation of either universals or tropes. But Gonzalo Rodriguez-Pereyra revives the (...) dormant alternative theory of resemblance nominalism, showing first that it can withstand the attacks of such eminent opponents as Goodman and Armstrong, and then that there are reasons to prefer it to its rival theories. The clarity and rigour of his arguments will challenge metaphysicians to rethink their views on properties. (shrink)

This paper summarizes and extends the transmodal argument for the existence of universals (developed in full detail in "Universals"). This argument establishes not only the existence of universals, but also that they exist necessarily, thereby confirming the ante rem view against the post rem and in re views (and also anti-existentialism against existentialism). Once summarized, the argument is extended to refute the trope theory of properties and is also shown to succeed even if possibilism is assumed. A nonreductionist theory of (...) universals and properties is then outlined, and it is sketched how to reap the benefits of possibilism and Meinongianism in an actualist setting. (shrink)

The concepts of particular and universal have grown so familiar that their significance has become difficult to discern, like coins that have been passed back and forth too many times, worn smooth so their values can no longer be read. On the Genealogy of Universals seeks to overcome our sense of over-familiarity with these concepts by providing a case study of their evolution during the late nineteenth century and early twentieth century, a study that shows how the history of (...) these concepts is bound up with the origins and development of analytic philosophy itself. Understanding how these concepts were taken up, transfigured, and given up by the early analytic philosophers, enables us to recover and reanimate the debate amongst them that otherwise remains Delphic. This book begins from the early, originating texts of analytic philosophy that have hitherto baffled commentators, including Moore's early papers, and engages afresh with the neglected contributions of philosophical figures that historians of analytic philosophy have mostly since forgotten, including Stout and Whitehead. This sheds new light upon the relationships of Moore to Russell, Russell to Wittgenstein, and Wittgenstein to Ramsey. (shrink)

This paper argues for an ontological distinction between two kinds of universals, 'kinds of tropes' such as 'wisdom' and properties such as 'the property of being wise'. It argues that the distinction is parallel to that between two kinds of collections, pluralities such as 'the students' and collective objects such as 'the class'. The paper argues for the priortity of distributive readings with pluralities on the basis of predicates of extent or shape, such 'large' or 'long'.

Universals are putative objects like wisdom, morality, redness, etc. Although we believe in properties (which, we argue, are not a kind of object), we do not believe in universals. However, a number of ordinary, natural language constructions seem to commit us to their existence. In this paper, we provide a fictionalist theory of universals, which allows us to speak as if universals existed, whilst denying that any really do.

In the latter half of the 19th century, economic thought in the Germanspeaking world was dominated, both intellectually and academically, by the so-called historical school, from Wilhelm Roscher to Gustav Schmoller and others. In 1871, the Austrian Carl Menger published his Grun&tze der Volkswirtschaftslehre (Menger, 1976 (1871)), customarily referred to as one of the three simultaneous discoveries of marginalist economics-the other two marginalist ‘revolutionaries’ being Jevons in England and Walras in France. Twelve years later, in 1883, Menger published a major (...) methodological treatise entitled Untersuchungen iiber die Methode der Socialwissenschaften und der Politischen Oekonomie insbesondere (Menger, 1963 (1883)). This book included criticisms of some of the historicist principles of doing economics. In the same year, Schmoller, leader of the German historicists, wrote a critical review of Menger’s book (Schmoller, 1883). Menger reacted forcefully with a more straightforwardly polemical small book, Die Irrthiimer des Historismus in der deutschen National6konomie (Menger, 1884). Commentaries by others appeared in later years, but this brief episode amounted to what has thereafter been called the Methodenstreit between Menger and Schmoller. It has been established as perhaps the most famous methodological controversy in the history of the social sciences. (shrink)

This thesis focuses on Abelard’s solution to the problem of understanding universals as presented in the Tractatus de Intellectibus. He examines this issue by asking what is understood when we consider the term ‘man’, a problem I call the ‘homo intelligitur [man is understood]’ problem. This is an important question, since earlier in the Treatise, Abelard states that understandings paying attention [attendens] to things otherwise than they are are empty, and thus, cannot be true. The challenge is therefore to explain (...) how understandings about universals, such as genera and species, can be sound, given that Abelard is a nominalist and, as such, does not believe in the existence of universal entities. His own answer to the problem is that such understandings attend to natures. However, since natures are, on his view, nothing more than the individuals they belong to, it is unclear how his solution is intended to work. I propose two ways to understand Abelard’s solution to the ‘homo intelligitur’ problem, identifying their respective merits and drawbacks. The first one is to treat ‘nature’ as meaning ‘status’. I explore this solution in Chapters 2 and 3, and conclude that while it has the advantage of establishing links between De Intellectibus and previous logical works by Abelard, it has some significant drawbacks, most notably that it is unclear how we can have epistemic access to status given that status are not things, which renders unclear how the criteria for the soundness of understandings can be met. The second one involves treating natures as referring to behaviors typical of members of a given genus or species. These behaviors come from the particular essential forms possessed by individuals, i.e. their differentiae understood as analogous to nuclear tropes in Peter Simons’ trope theory. I conclude that this solution is more intuitive than the first one and has the advantage of not depending on a specific interpretation of the evolution of Abelard’s thought. However, it is unclear how to treat behaviors and regularities in his ontology. (shrink)

This paper contends that some of the recent critical appraisals of universals theories of natural laws, namely, van Fraassen's analysis of Armstrong's probabilistic laws, are largely ineffective since they fail to disclose the incompatibility of universals and any realistic natural law setting. Rather, a more profitable line of criticism is developed that contests the universalists' claim to have resolved the induction problem (i.e., the separation of natural laws from mere accidental regularities), and thereby reveals the universals' philosophically inadequate concept of (...) a physical property. (shrink)

The theory of universals faces two opposing demands. On the one hand, it must be explanatory. That is, certain kinds of statements found in our everyday discourse and the theories used to explain them seem to require the existence of universals for their understanding or acceptance. On the other hand, it must be ontologically appropriate. This means that theories that intervene ontologically without sufficient reasons for the existence of implausible entities or theories that result in an excessive proliferation of new (...) entities should not be embraced as theories of universals. The problem is that a theoretically sound theory of universals appears to inevitably involve a tension between explanatory and ontological appropriateness. This dilemma arises from the two aforementioned demands, and it is a genuine dilemma in that it is difficult to give up either demand. Philosophy, or metaphysics, fundamentally aims to explain the facts of the experiential world. If a philosophical theory fails to adequately satisfy our explanatory demands regarding the experiential world, it is not suitable as a philosophical theory. Conversely, it is also undesirable for a philosophical theory to impose excessive ontological burdens. The justification of a philosophical theory is a priori, and any a priori claims about the existence of entities should not be arbitrarily adopted. This article resolves this dilemma as follows: If the explanatory demand requires reduction from an ontological standpoint, it can be adequately addressed through unproblematic means. On the other hand, the apparent conflict between the explanatory demand and appropriate ontology only arises when it is understood as a demand for explanatory priority. However, such a demand does not necessarily require the introduction of any ontological priority. Therefore, there was no need for the dilemma to arise. Finally, I attempt to respond to the demands from natural kind predicates. (shrink)

This paper provides an axiomatic formalization of a theory of foundational relations between three categories of entities: individuals, universals, and collections. We deal with a variety of relations between entities in these categories, including the is-a relation among universals and the part-of relation among individuals as well as cross-category relations such as instance-of, member-of, and partition-of. We show that an adequate understanding of the formal properties of such relations – in particular their behavior with respect to time – is critical (...) for formal ontology. We provide examples to support this thesis from the domain of biomedicine. (shrink)

This paper shows how the universals of category theory in mathematics provide a model (in the Platonic Heaven of mathematics) for the self-predicative strand of Plato's Theory of Forms as well as for the idea of a "concrete universal" in Hegel and similar ideas of paradigmatic exemplars in ordinary thought. The paper also shows how the always-self-predicative universals of category theory provide the "opposite bookend" to the never-self-predicative universals of iterative set theory and thus that the paradoxes arose from (...) having one theory (e.g., Frege's Paradise) where universals could be either self-predicative or non-self-predicative (instead of being always one or always the other). (shrink)

Today it would be considered "bad Platonic metaphysics" to think that among all the concrete instances of a property there could be a universal instance so that all instances had the property by virtue of participating in that concrete universal. Yet there is a mathematical theory, category theory, dating from the mid-20th century that shows how to precisely model concrete universals within the "Platonic Heaven" of mathematics. This paper, written for the philosophical logician, develops this category-theoretic treatment of (...) concrete universals along with a new concept to abstractly model the functions of a brain. (shrink)

Higher-order realists about properties express their view that there are properties with the help of higher-order rather than first-order quantifiers. They claim two types of advantages for this way of formulating property realism. First, certain gridlocked debates about the nature of properties, such as the immanentism versus transcendentalism dispute, are taken to be dissolved. Second, a further such debate, the tropes versus universals dispute, is taken to be resolved. In this paper I first argue that higher-order realism does not in (...) fact resolve the tropes versus universals dispute. In a constructive spirit, I then develop higher-order realism in a way that leads to a dissolution, rather than a resolution, of this dispute too. (shrink)

It has long been recognized that temporal anaphora in French and English depends on the aspectual distinction between events and states. For example, temporal location as well as temporal update depends on the aspectual type. This paper presents a general theory of aspect-based temporal anaphora, which extends from languages with grammatical tenses (like French and English) to tenseless languages (e.g. Kalaallisut). This theory also extends to additional aspect-dependent phenomena and to non-atomic aspectual types, processes and habits, which license anaphora to (...) proper atomic parts (cf. nominal pluralities and kinds). (shrink)

Slot theory is the view that (i) there exist such entities as argument places, or ‘slots’, in universals, and that (ii) a universal u is n-adic if and only if there are n slots in u. I argue that those who take properties and relations to be abundant, fine-grained, non-set-theoretical entities face pressure to be slot theorists. I note that slots permit a natural account of the notion of adicy. I then consider a series of ‘slot-free’ accounts of that (...) notion and argue that each of them has significant drawbacks. (shrink)

The essay constructs an ontological theory designed to capture the categories instantiated in those portions or levels of reality which are captured in our common sense conceptual scheme. It takes as its starting point an Aristotelian ontology of “substances” and “accidents”, which are treated via the instruments of mereology and topology. The theory recognizes not only individual parts of substances and accidents, including the internal and external boundaries of these, but also universal parts, such as the “humanity” which is (...) an essential part of both Tom and Dick, and also “individual relations”, such as Tom’s promise to Dick, or their current handshake. (shrink)

This paper could be thought of as divided into two parts. In the first I show through a series of thought experiments that it is a mistake to think of one’s individual experience as necessarily belonging to only one particular place, time and organism. In repetitions across a universe large enough to host them, the particular experience that one finds oneself in, which can be individuated only by the detailed type that is the entirety of its momentary subjective content, would (...) exist equally in every occurrence of that type, much as a moment in the plot of a novel would exist equally in every copy of that novel. Each distinguishable subjective moment of experience is thus a ‘moment universal’. In the second part of the paper I draw from this the conclusion that there could not be any proper possessors of lines of experience - that there are no proper persons - no continuing subjects of consciousness and self-interest. About five years after writing this paper I came to see that the particular identity of an experience could not be confined by types of momentary subjective detail any more than it could be confined by particular places, times or organisms. All experience is equally here, now and mine and all conscious organisms are equally I. My argument for this crucial further development is presented in ‘One Self – The Logic of Experience’, Inquiry 33 (1991): pp. 39-68. (shrink)

The paper deals with the theory of universals of Sebastian Izquierdo (1601–1681), a Spanish Jesuit author working in Rome, as he formulated and defended it in Disputation 17 of his major philosophical work The Lighthouse of Sciences (Pharus scientiarum), published in Lyon in 1659. Izquierdo’s discussion centers around three questions: What is universality? Is there some intellect-independent universality? What is the nature of the intellect-dependent universality? Izquierdo’s approach may be seen as a search for the third way between the (moderate) (...) realism of the Thomists and the Scotists and the (conceptualist) nominalism of some Jesuits such as Pedro Hurtado de Mendoza (1578–1641). (shrink)

The article proposes a new solution to the long-standing problem of the universality of essences in Spinoza's ontology. It argues that, according to Spinoza, particular things in nature possess unique essences, but that these essences coexist with more general, mind-dependent species-essences, constructed by finite minds on the basis of similarities that obtain among the properties of formally-real particulars. This account provides the best fit both with the textual evidence and with Spinoza's other metaphysical and epistemological commitments. The article offers new (...) readings of how Spinoza understands not just the nature of essence, but also the nature of being, reason, striving, definitions, and different kinds of knowledge. (shrink)

This book surveys the ways in which languages of different types refer to past, present, and future events and how these referents are related to the knowledge and attitudes of discourse participants. The book is the culmination of fifteen years of research by the author. Four major language types are examined in-depth: tense-based English, tense-aspect-based Polish, aspect-based Chinese, and mood-based Kalaallisut. Each contributes to a series of logical representation languages, which together define a common logical language that is argued to (...) underlie all language types. The four types differ in whether they choose to grammaticalize discourse reference to times (tense), events (aspect), and/or attitudes (mood), and how non-grammaticalized elements are inferred. The common logical language is a dynamic update logic, building on DRT and Centering Theory, but with a novel architecture—e.g. the distinction between focal vs. peripheral attention plays a key role, parallel to focal vs. peripheral vision. (shrink)

This makes three main interpretative points about the progression from perception to universals described in 'Posterior Analytics' II.19: (1) The noun "'aisthesis'" as used in the chapter may refer not to the act of perceiving but to perceptual contents retained in memory. (2) An 'empeiria' (experience) should be understood as a capacity to generate expectations about new members of an unconceptualized kind based on memories of other members of the kind. (3) The famous rout analogy is a metaphor for the (...) perfection of such a capacity into a concept that can underwrite demonstrative knowledge (rather than mere expectation). (shrink)

O problema no qual se inserem nominalismo e realismo, diz-nos MacBride, é o de como explicar as características repetidas das coisas. Enquanto o realista nos diz que as características repetidas se explicam por serem universais, ou seja, por serem as naturezas comuns que várias coisas compartilham, o nominalista nos diz que é possível explicar essas características repetidas com apenas particulares concretos (sem universais).

Gonzalo Rodriguez-Pereyra offers a fresh philosophical account of properties. How is it that two different things (such as two red roses) can share the same property (redness)? According to resemblance nominalism, things have their properties in virtue of resembling other things. This unfashionable view is championed with clarity and rigor.

Oliver's and Rodriguez-Pereyra's important interpretation of the problem of universals as one concerning truthmakers neglects something crucial: that there is a numerical identity between numerically distinct particulars. The problem of universals is rather how to resolve the apparent contradiction that the same things are both numerically distinct and numerically identical. Baxter's account of instantiation as partial identity resolves the apparent contradiction. A seeming objection to this account is that it appears to make instantiation symmetric, since partial identity is symmetric. Armstrong's (...) standard reply is that the difference between a particular and a universal is what makes instantiation asymmetric. Brown suggests, though, that the instantiation of a universal by a universal is sometimes symmetric. However, the examples on which he relies are not universals. (shrink)